14/7/07

Cuba en Africa: Internacionalistas cuentan sus historias

ROSE ANA DUEÑAS (Para Granma Internacional)
Los médicos y maestros cubanos ya resultan familiares en el mundo; en las últimas cinco décadas, esa solidaridad ha llevado la salud y la educación a millones de personas fuera de la Isla, y miles de jóvenes de los países del Tercer Mundo estudian gratis en Cuba.
En cambio, mucha gente desconoce la histórica ayuda de Cuba a los movimientos de liberación nacional, particularmente en Africa, por varias razones: primero, la omisión y/o distorsión de esa historia en los medios de comunicación masiva; segundo, la discreción necesaria para proteger las vidas de los luchadores, tanto los cubanos como los otros; y finalmente, el silencio modesto por parte de los individuos cuyas acciones ayudaron a cambiar la historia del mundo.
En el pasado, los enemigos de la Revolución han aprovechado esta falta de conocimiento —incluso entre el mismo pueblo cubano—, para difundir mentiras y distorsiones en su intento de difamar tanto a Cuba como a otros movimientos antiimperialistas.
Han tratado de comparar a los internacionalistas cubanos con los mercenarios europeos y norteamericanos; también han afirmado que Cuba fue a Angola como títere de la URSS, conformando así una versión completamente falsa de los hechos, y hay los que repiten la idea de que los sacrificios no valieron la pena. En realidad, lo único que han sacado los cubanos de Angola —un país rico en diamantes y petróleo, haciéndolo la añoranza de los imperialistas— fue sus muertos; además, sólo después que los cubanos decidieron prestar ayuda militar al nuevo gobierno independiente, no antes, que informaron a los soviéticos.
Pero ahora, el Gobierno cubano, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y los mismos combatientes están llenando ese vacío de información sobre lo que en Cuba se refiere como “la epopeya de Africa.”
AHORA PODEMOS HABLAR
“Durante cierto tiempo, preferimos que fueran los propios pueblos los que hicieran la historia”, comentó Jorge Risquet, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien estuvo con las fuerzas cubanas en Congo-Brazzaville en 1965-1967 y uno de los organizadores de la colaboración cubana con Angola.
“Pero han pasado 30 años. Ahora, los que fuimos los protagonistas de aquellas hazañas desaparecemos. Por eso es mejor que todavía en vida los que estuvimos ahí podamos escribir la historia. Y se ha decidido desclasificar una serie de documentos secretos que se guardaron en archivo durante cierto tiempo.”
Risquet conversaba con GI después de un encuentro el pasado 26 de mayo que reunió a unos 190 de los 437 combatientes cubanos que cumplieron misión en Guinea-Bissau y Cabo Verde entre 1966 y 1974. Organizada por la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, fue la primera reunión masiva de estos veteranos, marcando el 41 aniversario del inicio de la ayuda a esa lucha por liberación nacional, que hizo reconocer a los portugueses la imposibilidad de seguir manteniendo el colonialismo en Africa, como afirmó el general de Brigada (r) Harry Villegas, “Pombo”, Héroe de la República de Cuba, uno de los dirigentes de las misiones cubanas en Africa y vicepresidente de la Asociación de Combatientes.
Risquet tenía a su lado al coronel (r) Pedro Rodríguez Peralta, quien encabezó las fuerzas cubanas en el frente Sur guineano y fue preso de los portugueses desde 1969 hasta 1974.
“Ahora no tenemos lucha militar en Africa, sino batas blancas, el ejército de las batas blancas (refiriéndose a la ayuda solidaria médica)”, subrayó Risquet.
DOS DOCUMENTALES NUEVOS
La guerra en sí no es gloriosa: está llena de sangre y penurias. En Angola, ese pueblo y los cubanos enfrentaron un enemigo que asesinó a inocentes civiles, como en la notoria masacre de Cassinga; y a veces, sufrieron hambre y soledad.
También hubo heroísmo. Se enseñó a leer y escribir a los que no sabían. Se llevó atención médica a las víctimas de las fuerzas invasoras. Las caravanas cubanas de suministros lograron milagros entre la selva y el desierto. Compartieron todo con sus hermanos africanos en la lucha, incluso la gloria, como en la decisiva batalla de Cuito Cuanavale, el principio del fin para el régimen racista del apartheid en Sudáfrica.
Dos resultados del empeño para que los protagonistas preserven y cuenten esta verdadera historia son Operación Carlota y La epopeya de Angola, ambas series documentales realizadas por el periodista cubano Milton Díaz Cánter para la televisión cubana, y transmitidos a finales de 2005 y de diciembre de 2006 hasta el 1º de mayo de 2007, respectivamente.
El mismo combatiente internacionalista que cumplió dos misiones en Angola —1976-1977 y 1985-1986, la segunda vez como camarógrafo de las FAR—, Díaz Cánter capta el dolor, orgullo y convicción revolucionaria de los combatientes cubanos, muchas veces muy jóvenes.
La primera serie, que comprende decenas de testimonios breves de cubanos sobre la misión militar en Angola —cuyo nombre en clave era Operación Carlota—, está dividida en tres etapas históricas. Su transmisión en Cuba a finales del 2005 fue parte de las actividades conmemorativas del aniversario 30 del inicio de la Operación Carlota —nombre tomado de la esclava africana que, machete en mano, dirigió una rebelión en la provincia de Matanzas en 1843.
La epopeya de Angola comprende 22 episodios —un total de 11,5 horas fílmicas— e incluye, junto a imágenes valiosas y únicas, entrevistas con cientos de cubanos y africanos. Destaca no sólo los dirigentes centrales, sino también los hombres y mujeres comunes que cambiaron la historia para siempre.
Las dos series tendrán versiones subtituladas en lenguas extranjeras; de hecho, fueron realizadas tomando en cuenta su difusión en otros países también, explica Díaz Cánter. Ahora, dice, está trabajando en una miniserie de tres horas para terminar a fines de este año una versión concentrada de Epopeya.
LIBROS UTILES
Un libro esencial para entender la presencia cubana en Africa es Misiones en conflicto: La Habana, Washington y Africa 1959-1976 (Ciencias Sociales, 2003, la edición cubana en español de Conflicting Missions: Havana, Washington and Africa, 1959-1976. 2002, University of North Carolina, Chapel Hill), de Piero Gleijeses, profesor en la universidad Johns Hopkins en Estados Unidos. Es el producto de muchos años de investigación, incluyendo el acceso que tuvo el autor a los archivos cubanos, europeos y estadounidenses, y entrevistas con oficiales y dirigentes africanos.
Lo complementa Cuba y Africa, historia común de lucha y sangre, de Piero Gleijeses, Jorge Risquet y Fernando Remírez de Estenoz (Ciencias Sociales, 2007), que comprende tres partes: un ensayo sobre la presencia cubana en Africa de 1975 a 1988; el discurso de Risquet en el aniversario 40 de la misión en el Congo, y un ensayo sobre la solidaridad cubana en ese continente desde los ’80 hasta hoy.
Otros libros incluyen:
• Cien horas con Fidel (2006, varias editoriales, ya en español, francés, italiano e inglés), de Ignacio Ramonet.
• Pasajes de la guerra revolucionaria: Congo (Editorial Grijalbo-Mondadori, 1999), de Ernesto Che Guevara. (El diario del General de Brigada Harry Villegas “Pombo” en el Congo está en proceso de publicación por la Editora Política).
• De la sierra del Escambray al Congo. En la vorágine de la Revolución Cubana (Pathfinder, 2002; Editora Política, se publicará este año), de Víctor Dreke Moja.
• Secretos de Generales: desclasificado (Editorial SI-MAR, 1996), de Luis Báez.
• Historias secretas de médicos cubanos (Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, 2005), de Hedelberto López Blanch.
• El segundo frente del Che en el Congo. Historia del batallón Patricio Lumumba (Casa Editora Abril, 2000), de Jorge Risquet Valdés.
• Operación Carlota (Verde Olivo, 2006), de Milton Díaz Cánter. Compilación de transcripciones del documental.
• Nuestra historia aún se está escribiendo: La historia de tres generales cubanos-chinos en la Revolución Cubana (Pathfinder, 2005), de Armando Choy, Gustavo Chui y Moisés Sío Wong.
• Cangamba (Verde Olivo, 2006), de Jorge Martín Blandino.
• La batalla de Cabinda (Verde Olivo, 2000), de Ramón Espinosa Martín.
• Victoria al Sur de Angola (Verde Olivo, 2006), de Pedro Hedí Campos Perales.
• Angola: Saeta al Norte (Letras Cubanas, 2003), de Jorge R. Fernández Marrero y José Angel Gárciga Blanco
• Trueno justiciero; Mis campañas en cielo angolano (Editorial José Martí, 1998), de Humberto Trujillo Hernández. •

Recuadro

• “La historia del pillaje y del saqueo imperialista y neocolonial de Europa en Africa, con pleno apoyo de Estados Unidos y la OTAN, así como la heroica solidaridad de Cuba con los pueblos hermanos, no han sido suficientemente conocidas, aunque sólo fuese como merecido estímulo a los cientos de miles de hombres y mujeres que escribieron aquella gloriosa página que, para ejemplo de las presentes y futuras generaciones, no debieran olvidar jamás. Ello no niega la necesidad de continuar divulgándola.”
— Presidente Fidel Castro, en su discurso por el aniversario 30 de la misión militar en Angola y el aniversario 49 del desembarco del Granma, Día de las FAR, el 2 de diciembre de 2005. •

Recuadro
SOLIDARIDAD REVOLUCIONARIA

• Despues del triunfo de la Revolución, su más temprana solidaridad a otro pueblo en lucha fue a Argelia, donde se batallaba para derrocar el colonialismo francés; en 1961, un buque cubano llevó armas a la guerrilla y regresó cargado de heridos y huérfanos. Después, tropas cubanas viajaron a Argelia para defender sus fronteras amenazadas. Asimismo, fue el primero de muchos países africanos que recibió médicos y personal de salud cubana, tanto en los lugares que había paz como aquéllos donde había guerra.
En 1964-65, la dirección del país respondió a la solicitud de las fuerzas de liberación nacional en el antiguo Congo-Léopoldville —hoy República Democrática del Congo— y el Comandante Ernesto Che Guevara y decenas de combatientes cubanos, fueron a luchar junto a ellos; otro grupo fue enviado al antiguo Congo-Brazzaville.
En ese tiempo, el colonialismo portugués enfrentaba a varios movimientos de independencia entre los pueblos de Africa Subsahariana. En 1966, los cubanos extendieron su ayuda —militar, médico y material— a las fuerzas antiimperialistas del Partido Africano de la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC). Tras una década de lucha armada, Portugal reconoció su derrota y el 10 de septiembre de 1974, Guinea-Bissau logró su independencia. Asimismo, los cubanos combatieron junto a los revolucionarios de Mozambique y Etiopía y ayudaron a los nacientes gobiernos independientes a fundar y entrenar sus fuerzas armadas.
De 1975 hasta 1990, unos 400 000 cubanos voluntariamente dejaron sus hogares y familias y cruzaron los mares para luchar al lado del pueblo angolano, que, después de haber ganado su independencia de Portugal enfrentaba invasiones de los regímenes de Sudáfrica y Zaire, y de fuerzas contrarrevolucionarias aliadas con esos gobiernos y respaldados por los EE.UU. Más de 2 000 internacionalistas cubanos entregaron sus vidas para defender la independencia de Angola, ganar la de Namibia y contribuir decisivamente al derrocamiento del régimen racista del apartheid en Sudáfrica.
Muchos cubanos participaron en más de una de estas luchas; algunos que combatieron en el Congo, por ejemplo, también combatieron —y murieron— en Angola.
“Los cubanos llegaron a nuestra región como médicos, maestros, soldados, especialistas agrícolas, pero nunca como colonizadores”, afirmó el dirigente de liberación nacional sudafricano Nelson Mandela. “Han compartido las mismas trincheras con nosotros en la lucha contra el colonialismo, el subdesarrollo, y el apartheid. Cientos de cubanos han entregado sus vidas, literalmente, en una lucha que era, en primer lugar, no suya sino nuestra. Juramos que nunca olvidaremos este ejemplo sin paralelo del internacionalismo desinteresado.”
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Granma Internacional-Cuba/INTERNACIONAL/14/07/2007

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