1/8/07

Irán, polémico aliado de Chávez

Las relaciones entre Teherán y Caracas han evolucionado hacia una alianza más amplia, al compartir ambos un sentimiento antiamericano y la voluntad de desarrollo
Desde su reelección en diciembre, el presidente Hugo Chávez ha asumido una posición más activa en su búsqueda de construir un orden mundial multipolar. El refuerzo de sus lazos con socios no tradicionales puede facilitar este fin, pero conlleva importantes riesgos.■ Vínculos con Irán. Los vínculos bilaterales entre Venezuela e Irán han sido tradicionalmente cordiales. Los dos países fueron miembros fundadores de la OPEP, y los intereses y las instituciones relacionadas con el petróleo consiguieron que las relaciones siguieran siendo amigables. El Gobierno de Chávez intentó inicialmente reforzar los lazos con el régimen teocrático como parte de su estrategia para mejorar las relaciones con otros estados productores de petróleo. Estas actuaciones fueron siempre controvertidas debido a su repercusión sobre los países consumidores, especialmente EEUU. El objetivo final es reforzar la cooperación para asegurar que los precios del petróleo continuarán en sus altas cotizaciones.Irán ha resultado ser un sólido aliado para Venezuela dentro de la OPEP, y el apoyo iraní posibilitó que Venezuela introdujera el mecanismo de banda de precios en el cártel en 2001. Las relaciones bilaterales han evolucionado ahora hacia una alianza más amplia motivada por el sentimiento antiamericano compartido y los objetivos de desarrollo. Los iraníes aparecen dispuestos a invertir en áreas donde los intereses del sector privado se han desvanecido debido a los bajos beneficios potenciales y las restricciones en el márketing y las aportaciones.■ Presiones de Estados Unidos. La política exterior de EEUU ha sido un factor clave del refuerzo de la alianza política entre Caracas y Teherán. Los intentos de EEUU para desplazar a Chávez han llevado a Caracas a volverse hacia aliados no tradicionales y así impedir el aislamiento del país. Asimismo, las hostiles relaciones entre la Casa Blanca e Irán han animado al presidente Mahmud Ahmadineyad a forjar nuevas alianzas.Por otro lado, Venezuela e Irán comparten una fuerte oposición a la política del presidente George W. Bush en Oriente Medio. Su plataforma anti-Estados Unidos ha llevado a los dos países a explorar las posibilidades del petróleo como herramienta contra el “imperialismo”, a través de estrategias como cambiar las ventas del crudo a euros para debilitar el dólar. Además, la iniciativa de EEUU de reforzar los lazos con Brasil sobre los biocombustibles ha puesto alerta a Caracas ante futuras pérdidas de mercado. En definitiva, las relaciones con Irán presentan una oportunidad de crear nuevos mercados y desarrollar nuevas tecnologías. La preferencia de Venezuela por trabajar con compañías petroleras nacionales en lugar de compañías privadas internacionales ha servido para reforzar esta tendencia.■ Nuevos acuerdos. Venezuela e Irán han firmado 160 acuerdos diferentes. En las reuniones celebradas a principios de julio, donde el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, y Chávez firmaron 17 nuevos acuerdos de comercio e industriales relacionados con proyectos estratégicos que incluyen producción petroquímica, procesamiento de alimentos y leche, y exploración y producción petrolera. Irán va a invertir 4.000 millones de dólares en un proyecto conjunto con la petrolera estatal venezolana Pdvsa en el cinturón petrolero del Orinoco, que tiene unos 31.000 millones de barriles de petróleo estimados.Además, en complejo petroquímico conjunto de 700 millones de dólares con una capacidad anual de 1,65 millones de toneladas de metanol fue inaugurado 800 millas al sur de Teherán; y un complejo idéntico está planeado. Compañías venezolanas e iraníes construirán cuatro petroleros Aframax y plataformas petrolífereas. Venezuela también prometió proporcionar al régimen iraní importaciones de petróleo para ayudar a reducir la escasez nacional provocada por el embargo de la ONU, con un primer envío de 300.000 barriles despachado a principios de julio.Mientras Chávez firmaba nuevos acuerdos con Teherán, los “frutos de la cooperación entre los dos países hermanos” se hicieron públicos con la apertura de una fábrica de automóviles conjunta de Venezuela e Irán a principios de julio. La fábrica producirá 25.000 coches por año en 2010, además de tractores y otros equipos agrícolas utilizando tecnología iraní. La compañía se está centrando en la producción de dos modelos de automóvil basados en el modelo Kia Pride y en el Peugeot 405, ambos exentos del impuesto sobre las ventas de Caracas a través de un plan gubernamental de subvenciones a automóviles . También Veniran, una compañía de tractores que empezó a operar hace dos años y recientemente exportó 75 tractores a Bolivia, también ha hecho públicos sus planes de aumentar los componentes venezolanos de su producción al 100% en 2010.■ Riesgos. Aunque Irán aporta una inversión muy necesaria y nuevas oportunidades de mercado para Venezuela, el abierto énfasis en la relaciones entre los dos países, amenaza con ahondar el aislamiento del régimen chavista. Una de las causas principales, es el no haber respetado los temores de la comunidad internacional sobre el enriquecimiento de uranio de Irán y su programa de desarrollo nuclear. Con ello Chávez da una imagen de sí mismo bélica y desestabilizante, refuerza los temores de seguridad de Norteamérica y aleja a los progresistas, inicialmente en favor de Venezuela por su trayectoria de política social.Aún más problemático es que Chávez haya forjado estrechos vínculos personales con el propio Ahmadineyad, en lugar de con la totalidad del régimen. De esa forma, los vínculos y lazos no están completamente consolidados, ya que las elecciones presidenciales iraníes tendrán lugar dentro de menos de dos años. Para que las nuevas relaciones bilaterales de Venezuela se institucionalicen, Chávez necesita negociar con los grupos enfrentados que controlan el país.El acuerdo para suministrar gasolina a los iraníes se dice que ha enfadado a los detractores de Ahmadineyad, empeñados en que el presidente se debilite. Además, los grupos monárquicos con una fuerte presencia en Washington explotarán a fondo los temores de EEUU como los vínculos Venezuela-Irán, que a su vez alimentará la antipatía de Washington hacia Chávez y debilitarán aún más la posibilidad de diálogo entre ambos países.■ Críticas más amplias. Reforzar los lazos con Irán también hará que la UE examine de forma crítica a Venezuela. Hasta la fecha, los países europeos han intentado mantener el compromiso con Caracas, a pesar de la presión por parte de los partidos de centro derecha y el profundo antagonismo de los países miembros que anteriormente formaban parte del bloque soviético, como Polonia y la República Checa. Mientras la ONU se plantea imponer más sanciones a Irán, los países europeos probablemente se verán forzados a adoptar una línea más crítica, por lo que los grupos antichavistas han estado presionando intensamente a Bruselas.Incluso dentro de Venezuela, los estrechos vínculos con Teherán, que atañen principalmente a Chávez y al ministro de Energía, Rafael Ramírez, no están totalmente respaldados dentro del movimiento chavista, y los grupos de mujeres y gays son especialmente críticos con Irán.Para más información: www.oxan.com
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La Gaceta de los Negocios/01/08/2007

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