6/9/07

¿Plutocracia participativa?


Objetivamente, materialmente, las modernas plutocracias son francamente ANTI-democráticas. Por ética social, principios económicos, mecanismos físicos y de derecho, y por supuesto por sus plasmaciones políticas e institucionales. Y no únicamente en casos tan evidentes de pudrimiento institucional y jurídico de espécimen español o turco.
-
Karlo Raveli
-
La actualidad de este término, plutocracia, se justifica perfectamente con la progresión mundial del dualismo entre explotadores y masas obreras y segregadas. Una expresión muy apropiada para precisar el régimen y la forma-estado capitalista, sea de precepto republicano, que monárquico o dictatorial-militar.

Plutocracia - del griego ploutos, riqueza y kracia, poder- denomina los sistemas de gobierno con un innegable desequilibrio de poder a favor de los que ostentan la propiedad de riquezas (5). Lo que corresponde a los regímenes donde quienes personifican el poder político dependen directamente o son los mismos que dirigen el poder económico local y de las redes financieras transnacionales, cadenas bursátiles, OMC, OPEC, FMI, BM, OCDE, Trilateral, Bilderberg, etc.

La palabra plutocracia había caído en desuso por su inflacionada utilización, hecha por Mussolini en los años 20 y 30 del siglo pasado, como denominación de los sistemas parlamentarios enemigos. Pero, tampoco hay que descuidar como los nazis alemanes (Hitler, Göebbels, etc.) también proclamaban en continuación su odio ideológico hacia los estados burgueses, las 'burguesías capitalistas', mientras desempeñaban en realidad el papel más extremo del capitalismo monopolista alemán, burgués hasta las médulas más junker de la aristocracia prusiana y de la Ruhr.

Sobre estas interesantes contradicciones 'socialistas' de los dos fascismos, alemán e italiano, habría que hablar mucho, muchísimo más. Es interesante aprender de ellas, como de otras características 'olvidadas' del laborismo nazi-fascista del siglo pasado. Justamente ahora que muchos movimientos ideológicos y partidos 'socialistas' siguen, bajo otras formas y evitando sus manifestaciones extremas, en el mismo lado de la barricada antisocial y capitalista del 'Arbeit macht Frei' del III Reich. El nacionalsocialista 'el Trabajo hace Libres'.

Hasta el cosmopolita y oportunista Saramago admite que plutocracia es una denominación muy apropiada para el régimen dominante, aquel que sus acólitos y papagayos llaman 'democracia'. Es un término bien ajustado para definir la esencia del actual parlamentarismo y del sistema partidocrático, que administra las cívicas mayorías votantes, bien cebadas por los medios de difusión, que 'naturalmente' obedecen a sus amos.

Las burguesías del siglo XIX, hasta el triunfo de la revolución soviética, consideraban subversiva la idea de democracia, que obreros comunistas y anarquistas tenían como bandera, a partir sobre todo de las grandes luchas sociales de la segunda mitad del 1800. Es únicamente para responder al desafío de las 'democracias populares', es decir las dictaduras de izquierda de comienzo del nuevo siglo XX, que las clases burguesas se convirtieron, por propaganda y lucha ideológica, a una fingida formalidad democrática, en aras de la sagrada libertad de mercado, sobre todo en los estados occidentales.
Hasta ahora, y hasta cuando les convendrá, véase Bush y su solapado fascismo neocon.

De ahí la inflación y degradación semántica del término 'democracia' que se reproduce en nuestros días. Bush es un demócrata. Gonzalez + Ansar & Zapatero son demócratas. Como Berlusconi, Putin, los gemelos polacos, Uribe Cocaina, los generales turcos y los Borbones, Benerictus XVI, Sarkozy I, etc, etc. y todos los electos con el dinero de las oligarquías y gracias a las trampas del régimen votocrático. Conclave vaticano inclusive. Es decir: la orgía seudoelectiva de las metamayorías mediáticas actuales.

Ética capitalista y ética social.

Objetivamente, las modernas plutocracias son francamente ANTI-democráticas. Por ética social, principios económicos, mecanismos reales y de derecho, y por supuesto por sus plasmaciones políticas e institucionales. Y no únicamente en casos tan evidentes de pudrimiento institucional y jurídico de espécimen español o turco, con sus judicaturas y normas claramente fascistas, como las leyes madrileña y anti-kurda de partidos, sino en general. Desde EEUU hasta Rusia, pasando por Alemania, Francia, Gran Bretaña, etc. la esencia de este régimen que las oligarquías y gerontocracias capitalistas mundiales nos otorgan, tiene plasmaciones políticas e institucionales antidemocráticas, autoritarias, elitistas, centralistas, antinacionales y, lógicamente y sobre todo: antiobreras (4).

Las más de 5000 naciones que quedan todavía en el planeta, resultan prácticamente todas sometidas a unos pocos 200 estados de régimen neo-fascista (Israel, Irán, Tailandia, Colombia, Indonesia, etc.) o de régimen parlamentario, o de mezclas y combinaciones sofisticadas entre ellos, con algunas presuntas formas democráticas -en los enunciados de derecho- pero realmente plutocráticas, de dominio de las leyes del dinero y propiedad sobre las personas.

De este modo, la EXIGUA MINORÌA aristocrática del planeta que detiene la absoluta MAYORÌA de las riquezas conocidas, administra sus súbditos obreros, 'productivos' o en paro, en la precariedad del subempleo o llanamente segregados, de todas o casi todas las naciones, social-capitalismo de estado chino inclusive por supuesto, para un proceso aparentemente imparable de acumulación privada progresiva, empobrecimiento creciente de las masas, relativo o absoluto según los países, y de saqueo y contaminación del ecosistema general. Lo que llaman todavía progreso de la humanidad, crecimiento sostenible, desarrollo tecno-científico, evolución libre y natural de la especie, etc, vendidos en cada país como una voluntad mayoritaria, fruto de sus tramposas aritméticas votocráticas teledirigidas.

Ignorar las estadísticas críticas sobre la realidad administrada por este mecanismo hegemónico de gestión de la 'res publica', significa tolerar y favorecer objetivamente su reproducción. Es decir: la evidencia del imposible acceso directo e íntegro de los ciudadanos al poder legislativo y ejecutivo, las innegables tendencias al empeoramiento social implícitas en el modelo mercantil, la situación mundial sanitaria, carcelaria, militar, represiva, y neocolonial, cada vez peores en la sustancia, sumado a las consecuencias de esta clase de desarrollo sobre la Tierra y al etnocidio progresivo de muchas civilizaciones. Lo que hacen exactamente todos aquellos que hablan de 'democracia' para nombrar tal modelo de gestión, en vez de reconocer su natura ANTI-democrática.

No existe ninguna democracia de hechos, ni tan siquiera salvadas esas figuras ahora más o menos simbólicas como las votaciones y las elecciones, que pueden ser formas democráticas si no estuviéramos en presencia de poderes económicos ocultos, y de estructuras institucionales y mediáticas antidemocráticas, como la mayoría absoluta de los partidos y de los medios de difusión hoy existentes, que las condicionan y limitan de manera aplastante. La misma representatividad, en la concepción parlamentaria, que a veces puede aparecer como real o así pretende presentarse, es una ficción y una función negada en toda regla por las férreas leyes, normativas y códigos plutocráticos internos a partidos e instituciones. El reciente escándalo de Nafarroa Garaia, o la situación general de apartheid de Euskal Herria, son ejemplos tan evidentes aunque parciales de este estado de cosas.

Luego, la demagogia ciega y vanidosa de los no-violentos... gobernantes liberistas, Ibarretxe, Zapatero, Sanz y Sarkozy en primera fila por 'estas' comarcas, no rige ni un segundo, si miramos a cuantos muertos deja su civilización en los minutos que transcurren durante sus ruedas de prensa. Hablan de democracia desde las galerías de un teatro cerrado y protegido por guardas, militares, policías y cámaras informatizadas. Rodeado de supermercados, autopistas y otros monumentos cementizados de la cultura oficial. Y por el silencio de los corderos seudo-mayoritarios de sus votos, por supuesto.

Participación, sí, pero según como, donde y para qué...

La plutocracia no admite fallas o vericuetos por los que algunas fuerzas populares puedan transformarla en proceso democrático, y los pocos casos en donde luchas sociales o nacionales, o el conjunto de estas dos caras de la lucha popular, han conseguido acercarse a un punto de ruptura y de posible comienzo de democratización estatal (Alemania de 1920, estado español de 1936 o Chile en 1973 por ejemplo), el poder real recurre a métodos expeditivos y violentos de rescate: bloqueo, guetización, corrupción, fascismo o guerra abierta, civil o exterior: Gaza, Cuba, Burkina Faso, Granada, Kurdistan, Afganistán, Irak, Timor, Sudan, Chechenia, Congo.........

...en las raíces de la democracia posible.

Tanto es así, que en la base realizable de cualquier concepción democrática objetiva, real, coherente, como pueden ser directa y materialmente los ayuntamientos, el sistema plutocrático ha eliminado por seguridad cualquier posibilidad de autonomía real de estas instituciones. Sobre todo, por medio del sistémico condicionamiento económico, y del control burocrático por parte de la partidocracia centralista, los macropartidos estatales o regionales, que tienen esta función medular y determinante de intervención ciudadana en las comunidades locales: impedir la organización POLÍTICA e institucional autónoma, justamente en las bases naturales de organización para cualquier comunidad nacional, los municipios de proximidad (3). Por esto habrá que empezar desde ahí una reconstrucción democrática radical de la sociedad.

Por supuesto, hablar de algo más o menos participativo en este contexto, es tomarnos por idiotas o por totalmente alienados e integrados. Aunque sólo sea culturalmente e ideológicamente. Hace parte de las campañas ideoléxicas y semánticas del poder, y de sus lacayos intelectuales.

Justamente, poco más queda por decir sobre los que han encontrado ese otro invento de la 'democracia participativa', pleonasmo tan absurdo, grotesco y casi siempre al borde del ridículo -y de las subvenciones- en este tipo de organización estatal. Si no existe democracia, y el sistema es antidemocrático por esencia, sólo la organización social alternativa radical puede comenzar un proceso de democratización social y política, fundada en el territorio/fábrica local, sobre principios no-autoritarios, obreros autogestionarios y biorregionales.
Todo lo demás, es reforzar y limpiar la cara de la plutocracia, de la opresora forma-estado capitalista.

Frente al análisis material, en términos de secuelas mundiales de esta maquinaria genocida, mentar posibilidades de 'democracia participativa' al interior de la plutocracia, recuerda a ciertos sofismas tolerantes sobre kapós en los lagers alemanes. Para su estrategia de exterminio los nazis confiaban la gestión de proximidad a unos presos elegidos y disponibles a la tarea, los kapós. Así de cínico y cruel, aludiendo a ese caso de supresión física planificada de personas.
Pero el estado de las cosas salta a la vista así de ensordecedor también hoy donde se tortura, donde existen centenares de presos políticos, en una nación que está resistiendo y resurgiendo gracias justamente y esencialmente a la radicalidad alternativa, NO-PARTICIPATIVA, antagonista con el cínico y bestial poder instituido. Que es histórica y cualitativamente hablando la mejor expresión política de Euskal Herria de los últimos 130 años. Una situación de conflicto abierto en un país 'desarrollado' (sic) que desenmascara a escala mundial la realidad de este régimen. A pesar justamente de las inercias de sus cebadas, mediatizadas y mediáticas mayorías.

Las dos caras de la moneda y una nueva organología política.

Exclusivamente sobre la base de redes y movimientos alternativos, de organización directa popular, y obrera por supuesto (2), es posible llevar adelante una democratización de las instituciones y de la política. Democratización antagónica y en lucha contra los procesos de integración y de alienación del sistema fundado en la explotación ajena del trabajo humano, y en la privatización de todo bien existente o creado. Es decir: con objetivos que conciernan la esencia, el corazón del sistema económico, y no sus aspectos secundarios.

Pero además, para la mayor parte de las naciones existentes, fundado también en la autodeterminación indígena, que esto es lo que significa construcción nacional para pueblos como Euskal Herria, y no otras arquitecturas políticas y sociales de barracón colaboracionista y cosmopolita.

Es decir: a través de un proceso constituyente de nueva nación, cuyas premisas se han puesto en marcha desde luego, como empiezan a registrar también los enemigos clásicos..., y no sofisticando más los enlaces de proximidad y las transversalidades... con el mecanismo de dominio. Más aún si es un dominio en buena parte extranjero, como en nuestro caso, y que ahora se intenta heredar a toda la UE. Y que es además un poder cada vez más inteligente, gracias justamente a los empalmes de meta-participación que le trasmiten mediadores de la crítica y de la creatividad popular.
Pero, el carácter social del movimiento constituyente determinará naturalmente si se trata de un cambio real, como está sucediendo en Abya Yala (Bolivia, Venezuela) o sólo de una modernización nacional plutocrática, al estilo báltico.

En este país esto es físicamente visible, desde hace cuatro décadas, a pesar justamente de estos límites, y se puede reconocer, si se qiere, la fuerza de estas redes y de estas luchas en varios terrenos. Donde hay juventud radical activa, en concreto, por encima de las gerontocracias y tecnocracias seudo-políticas. Estas redes populares son las que le plasman de forma bastante distinta del desierto sociopolítico de la plutocrática Europa.

Pero esta fuerza existe sólo hasta cuando, en vez de desarrollar núcleos de poder constituyente como hasta ahora, estos procesos caen a su vez bajo control -y entonces bajo el poder, sobre todo económico- de las mismas clases o sectores dominantes o colaboracionistas (1). No sólo en la cultura, en el lenguaje y en la lengua. En EH tenemos también varias organizaciones dedicadas a este menester integrador para desactivar las minorías políticamente activas, radicales, revolucionarias. Y reforzar el espejismo mediático de bienestar. Hasta han empezado a exportar metodologías, como se suele decir. A España, por ejemplo, y hasta más allá, hacia Abya Yala.

Entonces y por empezar, para un desarrollo democrático de la sociedad, es imprescindible utilizar un lenguaje real, materialista, éticamente y socialmente democrático. Si no existe esta actitud y aptitud, reforzamos semántica y éticamente un modelo plutocrático que ya nos está conduciendo ahora, a nivel mundial, a vivir sobre indescriptibles desastres demográfico-sociales, ecológicos y culturales.

Un modelo que parece a veces ser percibido POR LO QUE ES sólo por los miles de millones de seres humanos 'sin voz'que lo están sufriendo al extremo, ahora mismo, mientras algunos hablamos justamente de democracia. Y mientras las metamayorías de sociólogos y TV engullen pasivamente el espectáculo del tormento, que sólo puede producir una civilización objetivamente cínica y despiadada. Aquella que mide el valor, ante todo, con la tecnología del dinero y de la propiedad privada, y que busca innovación y desarrollo social para perfeccionar la explotación humana y ecológica.

Pero hay movimientos esperanzadores, sobre todo fuera de nuestras fronteras de país integralmente industrializado o postindustrializado. Así que el camino, el trabajo necesario, sigue siendo la radical reconstrucción social local, de proximidad, teniendo bien clara la ineludible perspectiva global, inter-nacional, que no quiere decir inter-estatal.

Euskal Herrian, 2007ko irailan.

(1) Me relato, en particular, a toda esa cuadrilla de soportes sistémicos de las universidades coloniales que teorizan, o mejor dicho, vampirizan, desde hace años, en las yugulares de las luchas y del trabajo teórico del movimiento popular vasco y del poder popular.

(2)
En la misma prensa burguesa está resurgiendo el debate sobre clases sociales y crisis periódicas del sistema capitalista. Puede ser la percepción de que tarde o temprano se vaya a abrir una nueva fase mundial poderosa de luchas de clases, como hace 40 años. Desde luego, algunas premisas se presentan de forma cada vez más aguda, por ejemplo como consecuencia de los muy intensos procesos de precarización mundial del empleo, que se está conformando como el sector más importante de la clase obrera mundial, no sindicalizado y entonces mucho menos controlable.

(3) El municipio de o­ndarru, ejemplo emblemático en EH.

(4) Antiobrero: vocablo relegado del abc de la realidad plutocrática. Para entendernos, hay que partir de la concepción no laborista o mejor dicho, anti-laborista, del obrero y de la OBRERA, es decir: la que clasifica toda aquella persona que no dispone que de la venta a terceros de su fuerza de trabajo, intelectual y física, para poder sobrevivir. TRABAJE o NO TRABAJE (empleado o sin empleo), en paro o en la más absoluta precariedad, subempleo, migración u opresión. Con o sin función reproductora, y en una creciente gama internacional de explotación, función y situación social. En cualquiera de las 5000 extensiones nacionales existentes de la clase obrera mundial, desde las post-industriales hasta las muy escasas que conservan un modo de vida cazador-recolector o todavía un campesinado tradicional importante.

Obreros y obreras, somos la mayoría absoluta y real, somos todos y todas las humanas, trabajadoras o no trabajadoras, cuyo único o principal haber que disponemos es nuestra persona, y naturalmente desde donde sale con un empleo y el trabajo asalariado, un plusvalor del que se apropian las minorías capitalistas que nos emplean, cuando nos emplean. En cantidades y proporciones que las estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo falsifican de forma sistemática, para justificar todo el aparato capitalista en el que participan a conciencia sus sindicatos afiliados.

De la misma manera que es importante definir y denominar con claridad estructuras, poderes y clases responsables del modelo destructivo y explotador cosmopolita, es igualmente necesario llamar con su nombre y aclarar lo más posible las características del antagonismo material, social, cultural y ético al sistema: la clase obrera mundial con conciencia de sí misma, empleada o no por el Capital, que existe en unas miles de extensiones y composiciones internas nacionales originarias. Y esto no es sólo historia, sino la dura y cruda realidad que se cubre con todos los medios.

(5) En cada nación y en cada estado se reproduce más o menos el mismo obsceno esquema que los aristócratas de Marrill Lynch & Cap Gemini presentan para todo el planeta: según su último informe existen hoy 9,5 millones de millonarios, menos del 0,1% de la población, que detienen, para señalar una referencia correspondiente a su función social, más de 12 veces (12) de la deuda exterior de los países más saqueados de la Tierra.
Esta realidad, que según una ética capitalista es normal, para una ética social resulta objetivamente criminal, teniendo en cuenta todo lo que genera esta repartición social y económica en términos de muerte, enfermedades, violencia y represión.

Informe 10.7.2007 de Justo de la Cueva: "Marx tenía razón al anunciar la depauperación absoluta del proletariado como consecuencia del desarrollo del capitalismo (Ley general de la acumulación capitalista enunciada al final del Libro Primero de EL CAPITAL). Hoy, ciento cuarenta años después de que eso se publicara en julio de 1867, los datos cantan: según el informe 2006 de la organización PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) la población de la Tierra se repartía circa año 2000 en un 84% de depauperados y un 16% de enriquecidos o prósperos que han escapado de la pobreza. Cinco mil millones (5.000.000.000) de empobrecidos: 1.000 millones con menos de 1 dólar diario de ingresos, 1.500 millones con menos de 2 dólares y 2.500 millones con más de 2 dólares pero con pobreza relativa (menos del 60% del ingreso medio de su país). Y algo más de mil millones de enriquecidos o prósperos."

(6) Saia, hiltzorian dagoen neskatoa zelatatzen, Sudanen. Argazki honekin Kelvin Carteri 1994-ko Pulitzerra eman zioten. Urte gutxiren barruan, bere buruaz beste egin zuen. Zer egin zenuen haur horri laguntzeko? galdetzen omen zioten noizbehinka. Etikarik bazuen, alta moralik ez. Gaurko zibilizazio globalaren isla. Neskatoak ez du ezta izenik ere, "mendebaldeko" "zibilizatuontzat". Gosez, zapalkuntza, plutokraziaren hildako estatistikako zenbaki bat. Euskal Herrian bizi balitz, agian idazle, medikua edo irakaslea bihurtuko litzateke.

-
kaosenlared.net - España/06/09/2007

No hay comentarios:

Locations of visitors to this page