29/10/07

Cristina Fernández: la mujer detrás de la política

Dicen que es obsesiva con el peso y el paso del tiempo, fanática del shopping, las joyas y las primeras marcas
(Foto: AP)
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Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner se convirtió la víspera en la virtual presidenta de Argentina al aventajar 42% en los resultados oficiales de los comicios en el país sudamericano.
Esta mujer, con 20 años en el ejercicio político, nació en el último día del signo de acuario, el 19 de febrero de 1953, en La Plata, provincia de Buenos Aires.
Conoció a su marido, Néstor Kirchner en 1974 y seis meses después, en mayo de 1975, contrajeron nupcias. Entre las pocas mofas que se le atribuyen a la pareja está la de Los Pingüinos, por su origen en la fría Patagonia.
Los que la conocen,
aseguran que llama a su esposo por el apellido, y dicen que son memorables las discusiones políticas que suelen mantener. Testigos de algunas de ellas dicen que “siempre duran hasta que él le pega un grito y le ordena: ‘¡Basta Cristina!’”.
Ella suele ser más dura e implacable que su esposo con los opositores y deplora por igual a los periodistas. Dicen que es obsesiva con el peso y el paso del tiempo, fanática del shopping, las joyas y las primeras marcas. Se sometió a varias cirugías para estar siempre “espléndida”, como suelen definirla aquellos que la admiran.
Uno de los responsables de que Cristina se vea siempre bien es el estilista Alberto Sanders que le cambió el corte y el color del pelo y, además, le puso extensiones y le marcó ondas muy suaves, entonces apareció como se le conoce actualmente,
una atractiva pelirroja de flequillo cortado en diagonal.
Para mantener su figura esbelta, realiza caminatas diarias y pilates que le ayudaron a librarse del complejo de tener caderas anchas y con lo cual cambió también su estilo de vestuario. En vez de los tonos oscuros que acostumbraba, eligió otros más luminosos; se atrevió a usar transparencias y hasta escotes.
En 2004, a un año de la ascensión de su esposo a la Presidencia, la senadora Fernández apareció en una ceremonia oficial con un vestido negro transparente (que dejaba ver su ropa interior) y de amplio escote.
“Tiene un carácter obsesivo y es impetuosa. Quiere todas las cosas así (perfectas): si uno está hablando con ella en la casa y recoge un libro de una mesa ratona ella va a ir acomodarlo donde estaba antes”, describió José Di Mauro, autor de un libro sobre la primera dama. /goc / jcm
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El Universal - Mexico/29/10/2007

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