17/10/07

Fuerte tensión entre EE.UU. y Turquía, un importante aliado de Israel en la región

Una grave crisis diplomática estalló el jueves entre la Casa Blanca y uno de sus más importantes aliados en Medio Oriente, cuando Turquía llamó a consultas a su embajador en Estados Unidos después de que una comisión del Congreso norteamericano aprobara una resolución que declara como “genocidio” la matanza de armenios durante la Primera Guerra Mundial.La inusual escalada de tensión entre Estados Unidos y su estratégico aliado amenaza con poner en riesgo el crucial apoyo de Turquía a Estados Unidos en las guerras en Irak y en Afganistán. Washington depende casi totalmente de las bases turcas para trasladar los suministros para las tropas que tiene desplegadas en esos dos países.
La crisis se produce en un momento poco oportuno, en el que Washington está tratando de evitar que Ankara intervenga militarmente en Irak contra los rebeldes kurdos que utilizan el norte de ese país para lanzar sus ataques contra las fuerzas turcas. Estados Unidos teme que una ofensiva turca pueda desestabilizar una de las pocas áreas relativamente pacíficas de Irak.
Además de afectar seriamente los lazos con Washington, una ofensiva turca en el norte iraquí podría perjudicar también los intentos de Turquía de ingresar en la Unión Europea (UE) y convertirse en el primer país musulmán del bloque.
La crisis se desató cuando la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes aprobó una resolución que condena el “genocidio armenio”, pese a las reiteradas advertencias del Presidente George W. Bush de que esa medida provocaría un gran daño a las relaciones con un importante aliado en la guerra contra el terrorismo.
La resolución se refiere a la matanza de cientos de miles de armenios entre 1915 y 1917 a manos del Imperio Otomano, predecesor de la actual República de Turquía. Aunque Ankara no niega las matanzas de los armenios, rechaza la calificación de “genocidio”. Mientras que los armenios afirman que 1,5 millones fueron masacrados por las fuerzas otomanas, Turquía dice que los muertos fueron entre 250.000 y 500.000.
La resolución de la comisión, que no es vinculante, será enviada a la Cámara de Representantes, en la que se espera que los líderes demócratas, que controlan el recinto, la sometan a votación a mediados de noviembre. También está previsto que el Senado vote una resolución similar.
La Casa Blanca expresó su frustración por la decisión de la comisión legislativa y dijo que se esforzará por impedir su adopción final por el Congreso. “Estamos decepcionados”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Scott Stanzel. “Turquía tiene un papel decisivo en la guerra contra el terrorismo y esta medida es problemática para todo lo que estamos tratando de hacer en Medio Oriente”, dijo.
Enseguida llegaron también las indignadas protestas del gobierno turco. En una declaración inusualmente dura, el Presidente turco, Abdullah Gül, calificó la resolución estadounidense de “inaceptable”.
“Algunos políticos de Estados Unidos sacrificaron una vez más asuntos importantes por pequeños hechos de política interna”, afirmó Gül.
Horas después, Ankara llamó a consultas a su embajador en Estados Unidos, Nabi Sensoy, aunque aclaró que no lo estaba retirando del país. Según la cancillería turca, el diplomático permanecerá en Ankara entre una semana y diez días “para algunas consultas”. El gobierno turco también convocó al embajador norteamericano en Ankara, Ross Wilson, para manifestarle su “malestar” por la resolución.
Además, y en un signo de la creciente tensión, cientos de personas se manifestaron frente a la embajada norteamericana en Ankara y en Estambul contra la resolución del Congreso, mientras Washington advirtió a sus ciudadanos en Turquía que estuvieran atentos ante posibles actos de violencia en su contra.
Represalias
Por otro lado, se informó que el Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, estaba evaluando una lista de posibles represalias contra Estados Unidos, que se harían públicas en los próximos días. Fuentes del gobierno dijeron que esas represalias podrían incluir la prohibición del acceso a la estratégica base aérea turca de Incirlik, desde la cual los norteamericanos abastecen a sus tropas en Irak y Afganistán, y restringir el uso de las rutas en la frontera entre Turquía e Irak, por las que Estados Unidos también envía suministros a sus tropas.
El 70% de los suministros que llegan por aire a las tropas norteamericanas en Irak lo hacen a través de Turquía, así como el 30% de los envíos de combustible.
La crisis diplomática se produce en un momento de alta tensión en esa frontera, en la que, según Turquía, se refugian rebeldes kurdos que atacan a su ejército.
Un día después de que aviones turcos bombardearan refugios de los insurgentes en el norte iraquí, el gobierno de Erdogan confirmó que esta semana pedirá al Parlamento que autorice una incursión militar en Irak para luchar contra los separatistas, que en los últimos días incrementaron sus ataques en Turquía.
En medio de la alarma que provoca una eventual intervención de Ankara en la guerra en Irak, el jefe de Política Exterior de la UE, Javier Solana, advirtió a Turquía -que aspira a ingresar en el bloque- contra una posible incursión. “Cualquier posibilidad de complicar aún más la situación de la seguridad en Irak no sería bienvenida”, afirmó Solana. /[Radio Jai]
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Notiisrael - Israel/17/10/2007

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