26/11/07

Australia recorrerá nuevos caminos con Kevin Rudd

Doris Calderón
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Redacción Central (PL) La arrolladora victoria del líder laborista Kevin Rudd en las elecciones generales en Australia abrirá para el país un nuevo camino en polémicas cuestiones como el cambio climático y el regreso del contingente militar desplegado en Iraq.
La postura frente a esos temas le valieron el triunfo a Rudd, quien tal y como lo prometió, ya comenzó a dar pasos para que la isla continente se sume a las conversaciones internacionales para combatir el recalentamiento global.
Un día después de ganar la contienda el electo primer ministro australiano se reunió con funcionarios del gobierno para discutir sobre la firma del Protocolo de Kyoto, que busca reducir las emisiones de gases que agravan el efecto invernadero.
En su primera rueda de prensa, Rudd destacó que iba a terminar con la vieja lucha entre economía y medio ambiente.
También reiteró sus intenciones de representar al país en la Conferencia de la ONU sobre el cambio climático prevista para principios de diciembre próximo en Bali, Indonesia.
Australia y Estados Unidos hasta ahora son los dos únicos países industrializados que no han ratificado el protocolo de Kyoto.
Rudd anunció que la cúpula de su partido se reunirá en breve para anunciar su Gabinete y reiteró que él de manera personal escogerá a sus ministros.
El próximo jefe de gobierno australiano abandonó su carrera como diplomático para abrirse camino en la política y se convirtió en líder de su formación política en diciembre de 2006.
La Comisión Electoral indicó que este sábado el Partido Laborista logró conquistar más del 53 por ciento de los votos frente al 46,4 por ciento de la Coalición Liberal del primer ministro John Howard.
Aunque el escrutinio proseguía durante esta jornada, los laboristas podrían obtener 83 escaños de los 150 del Parlamento, 56 alcanzaría la Coalición Liberal, dos los candidatos independientes y nueve aún están por determinar.
De esta manera, los laboristas ponen fin a los 11 años de gobierno de Howard y su Coalición Liberal.
Howard, el segundo primer ministro que más tiempo ha permanecido en el poder, vio esfumarse sus aspiraciones de reelegirse para un quinto mandato y admitió su derrota frente a su rival.
El jefe de gobierno incluso perdió su propio escaño por el distrito electoral de Bennelong, en Sidney, frente a la laborista Maxine McKew, ex presentadora de televisión.
Es la primera vez desde 1929 que un primer ministro pierde su escaño parlamentario.
La popularidad de Howard se vio afectada en gran medida por su apoyo incondicional a Estados Unidos y su decisión de mantener a toda costa el contingente militar australiano en Iraq.
Otro tema esencial en el cual perdió terreno es en lo referente al cambio climático pues se negó junto a Washington a firmar el protocolo de Kyoto.
Esta vez, la salud económica alcanzada por el país durante su gobierno, los bajos niveles de desempleo y el estable crecimiento dejaron de ser la prioridad para los australianos.
La aplastante derrota de la Coalición Liberal dejó en suspenso el futuro de la agrupación política después que el sucesor designado por Howard, el ministro de Finanzas, Peter Costello, rechazó reemplazarlo.
Costello prometió que representará a los liberales ante el Parlamento por su escaño de Higgins, en Victoria, pero cuando termine su mandato dejará la política para entrar en el mundo empresarial.
Por primera vez en la historia de la isla continente, los laboristas dirigirán los nueve gobiernos a nivel federal, estatal y territorial.
Australia, situada entre los océanos Indico y Pacífico, es un país de 21 millones de habitantes con una extensión de siete millones 682 mil 300 kilómetros cuadrados.
Cerca de 13,6 millones de australianos acudieron a las urnas en una jornada electoral que transcurrió con normalidad en los siete mil 723 colegios electorales distribuidos en todo el país.
Durante la campaña electoral, Rudd se comprometió a eliminar las nuevas y controvertidas leyes laborales, firmar el protocolo de Kyoto sobre el cambio climático, corregir la crisis de la vivienda y revolucionar la educación.
Además aseguró que si ganaba las elecciones retiraría a los soldados australianos desplegados en Iraq antes de junio del próximo año.
Los resultados en las elecciones generales demostraron el anhelo de los australianos por dejar atrás las viejas fórmulas y recorrer nuevos caminos.
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Prensa Latina - Cuba/26/11/2007

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