12/12/07

Mientras África agoniza, Francia y Alemania se disputan los despojos

12/12/2007
La nueva guerra franco-alemana tiene como campo de batalla el Mediterráneo y África
www.german-foreign-policy.com
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Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Vicente Romano*
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Pocos días antes de la cumbre UE-África inició Berlín violentos ataques a la política francesa en África. En el centro están los planes de París para extender la posición de Francia en las zonas de recursos norteafricanas con una “Unión Mediterránea”. Esto se contrapone a los esfuerzos del Gobierno alemán que aspira a una mayor influencia en esos países. La canciller Merkel amenaza con emprender acciones alemanas unilaterales en el Este sin París se desvincula de la política mediterránea de la UE (“Proceso de Barcelona”), lo que le permite a Berlín el control de aquellos acontecimientos. A la vinculación de Francia apunta también la nueva estrategia de Bruselas para África, que debe tratarse este fin de semana en la cumbre UE-África. Los “espacios” para actividades nacionales al sur del Sahara debieran “reducirse” con una estrategia común, explica el autor de un estudio recién publicado de la Sociedad Alemana para Política Exterior (DGAP, siglas en alemán, N. del T.). Si se logra debilitar las relaciones especiales de París en el continente africano, entonces se abren en los Estados con recursos nuevas oportunidades de expansión para las empresas alemanas y nuevas posibilidades de influencia para la política de Berlín.
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Unión Mediterránea
Las razones para la actual salida de tono de Berlín fueron las consideraciones del presidente francés Nicolas Sarkozy de crear una “Unión Mediterránea” junto con Argelia. El núcleo de los planes lo constituye un “Eje París-Argel” en torno al cual podrían agruparse los Estados de recursos norteafricanos. Sarkkozy pretende incluir a los países mediterráneos en el proyecto. El proyecto, con el que París quiere asegurarse a la larga una posición preponderante en los países norteafricanos, irá acompañado de masivas medidas económicas. Así, al margen de la visita de tres días que Sarkozy ha realizado esta semana en Argelia, empresas francesas han firmado acuerdos económicos por valor de cinco mil millones de euros, cantidad con la que hasta ahora ni siquiera podían soñar los consorcios alemanes. Además, Sarkozy prevé operaciones nucleares con Libia y Marruecos.
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Muy peligroso
Las actividades de París colisionan con los intensivos esfuerzos alemanes sobre todo en Argelia, pero también en Libia (1). De ahí la correspondiente reacción violenta de Berlín. El miércoles, la canciller alemana Merkel exigió que la cooperación mediterránea francesa debía “estar abierta a todos” (2). A juicio del Gobierno federal, el marco adecuado es el llamado proceso de Barcelona, en el que los estados de la UE colaboran con los países costeros del Mediterráneo. Berlín participa en él y conserva el control. Si París no se pone en su lugar y sigue sus intereses nacionales, “entonces pasará algo que considero muy peligroso”, anunció Angela Merkel. Según eso, Berlín se reserva iniciar una “unión euro-oriental con Ucrania y otros países semejantes”, con exclusión de Francia (3). La amenaza con conceptos de exclusiva hegemonía alemana en el Este, que los políticos alemanes utilizan ya desde la década de 1990 para imponer los intereses nacionales frente a las objeciones francesas (4), debe haber movido a París a ocuparse de sus planes nacionales.
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Nueva generación
Berlín persigue el mismo objetivo con su defensa de una nueva estrategia de la UE para África. Es lo que se deduce del reciente estudio de la Sociedad Alemana para Política Exterior (DGAP). El documento analiza las actuales actividades de París en África en el sentido de un posible abandono de los medios tradicionales del poder francés en las antiguas colonias, basadas en redes estrechas y sumamente exclusivas entre París y las elites de los respectivos países, así como en la presencia militar. Hace ya dos años que la Fundación Ciencia y Política (SWP, siglas alemanas, N. del T.) percibió “la emergencia de una nueva generación de destacados políticos franceses” que cada vez dudaban más de las ventajas de las relaciones especiales, históricamente condicionadas, con el francés Pré Carré debido a los costes crecientes” (5). Ahora, Nicolas Sarkozy se ha posicionado abiertamente contra las “redes franco-africanas de otros tiempos”.
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Cambios insignificantes
El estudio de la DGAP plantea dudas ante ese abandono. En Alemania “se suele censurar que apenas es posible aumentar la presencia económica y política en el África francófona”, se dice en el documento: “A pesar de toda la retórica reciente, los círculos económicos alemanes apenas ven cambios en las resultantes distorsiones de la competencia” (6). También reina el escepticismo ante el distanciamiento de Sarkozy respecto de las viejas cordadas de la “Françafrique”. El autor del estudio de la DGAP señala que inmediatamente después de su victoria electoral se fue de vacaciones en el yate de Vincent Bolloré. La empresa de Bolloré (“Le groupe Bolloré”) se cuenta entre los mayores beneficiarios del negocio francés en África y forma parte de las “redes” correspondientes. París suele practicar su política como siempre, soslayando la Unión Africana, circunstancia que Berlín quiere utilizar como medio de influencia: “Por de pronto, el avance del nuevo Ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, para la solución de la crisis de Darfur no se votó en absoluto en la Unión Africana, que mantiene allí tropas de paz. La Conferencia de Darfur en París fue un desastre diplomático.”
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Apenas apoyo
En política militar, el estudio atestigua igualmente la insistencia de París en su firme autonomía. Mientras que desde finales de la década de 1990 Francia mantiene un programa propio para la formación de tropas africanas (“Renforcementn des capacités africaines au maintien de la psix”, RECAMP), muchos alemanes con capacidad decisoria defienden el “concepto de ‘Battle Group’” de la UE, también relevante para África. Con él se reduciría la influencia exclusiva de Francia (7). En las intervenciones de la UE en el Congo, “Francia se consideró como la fuerza motriz y más fuerte”, escribe el autor. “Esto es lo que pretendía París.” Berlín, en cambio, quiere estar en primer término y, por tanto, rechaza la intervención reciente de la UE en Chad, iniciada por Francia (8). “Si se impusiera el intervencionismo humanitario à la Kouchner, se movilizaría eventualmente una clara simpatía en la opinión pública alemana”, reza el estudio ante el hecho de que el nuevo Ministro de Asuntos Exteriores de Francia aprovecha la propaganda de los derechos humanos según el modelo alemán. “En los aparatos de Exteriores, del Ministerio para la Cooperación y el Desarrollo, así como en el de Defensa”, “apenas”encuentra París apoyo.
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Ambición
Según el estudio, la estrategia de la UE para África sirve de instrumento para romper las relaciones especiales francesas y para vincular a Francia al concepto político de Berlín. Constituye “la base de las extensas negociaciones actuales con la Unión Africana”, y debería discutirse este fin de semana en Lisboa. “En consecuencia, los espacios de la política francesa y demás políticas nacionales en África debieran reducirse”, se dice en la DGPA, incluso en relación con la influencia británica en el continente africano. Sin embargo, afirma el estudio, la exclusión de los conceptos competitivos por parte de Berlín no tendrá éxito a corto plazo: “La implementación de la estrategia lleva tiempo.” Pues, al fin y al cabo, “se enfrenta a los verdaderos intereses de Francia en África y a un ambicioso presidente francés” (9).
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Más información sobre los conflictos franco-alemanes de los últimos meses en Fehlenschätzung und Konfrontationskurs.
[2], [3] Merkel und Sarkozy streiten über Mittelmeer-Union; Frankfurter Allgemeine Zeitung 06.12.2007
[5] Zeitenwende in der französischen Afrikapolitik; SWP-Aktuell 44, Oktober 2005
[6], [7] Andreas Mehler: Aller Anfang ist schwer: Frankreich auf der Suche nach einer neuen Afrika-Politik; DGAPanalyse Frankreich, Nr. 5, Dezember 2007
[9] Andreas Mehler: Aller Anfang ist schwer: Frankreich auf der Suche nach einer neuen Afrika-Politik; DGAPanalyse Frankreich, Nr. 5, Dezember 2007.
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Fuente en alemán:
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Vicente Romano es miembro de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala.*

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