20/5/07

PERÚ. Vargas Llosa cree que Lula no está alineado con Hugo Chávez

Perú21.com/EFE/20/05/2007
Dice que mandatario brasileño no está haciendo gobierno "populista". Reflexiona sobre actualidad la política de América Latina y ratifica el "logro" de Alan García al recuperar presidencia de Perú.
El novelista peruano Mario Vargas Llosa cree que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, no está alineado con el de Venezuela, Hugo Chávez, "aunque se abrace con él y acepte sus intentos de soborno".
En una entrevista que publica hoy el diario ABC, el escritor asegura que "el populismo tiene, por desgracia, una antigua y robusta tradición en toda América Latina, de tal manera que fenómenos como los de Chávez, Evo Morales o Rafael Correa no son nada novedosos".
Según Vargas Llosa, estos gobernantes "continúan una inercia ideológica que, a pesar del enorme daño que ha hecho, todavía sigue enraizada en algunos de nuestros países".
En la entrevista, el autor de "La casa verde", hace un repaso de la actualidad política latinoamericana y se pronuncia también por sus preferencias con respecto a la política española.
Con respecto a Brasil y a su presidente, el autor dice que cuando era candidato "se creyó que iba a dar un nuevo impulso al populismo, pero ha dado marcha atrás y está haciendo una política, digamos, socialdemócrata a la europea y en muchos aspectos, sobre todo el económico, de tipo liberal".
En su opinión, algo similar sucede en Uruguay, donde su Gobierno de izquierda "no sigue para nada los alineamientos de Chávez. Y otros países como Perú, por ejemplo, o Colombia, que están exactamente en los antípodas de Chávez".
Vargas Llosa asegura también que Chile avanza "en una línea totalmente antipopulista", al igual que México y "casi toda Centroamérica, con la excepción relativa de Nicaragua, donde Ortega coquetea con Chávez, pero todavía no está aplicando políticas estatistas ni nacionalistas".
"Hay esperanzas de que en América Latina no cunda esa política, en última instancia suicida, que es el populismo extremista de Hugo Chávez y Fidel Castro", dice el autor de "La ciudad y los perros".
Con respecto a Perú, destaca el hecho de que Alan García haya recuperado la Presidencia, "a pesar de haber sido el responsable de una brutal crisis económica cuando gobernó de manera populista a mediados de los 80".
En su referencia a Argentina, el novelista asegura, entre otras cosas, que el presidente Néstor Kirchner "es la confusión encarnada" y que representa el populismo, y de México expresa su convicción de que "la democratización ha avanzado muchísimo" y que tiene la "casi absoluta seguridad de que lo que fue el PRI ya nunca va a volver al poder".
Fidel Castro, el presidente de Cuba, "está dando las últimas boqueadas", asegura Vargas Llosa, y afirma que "en América Latina nunca una dictadura ha sobrevivido a su dictador".

MEXICO: Marcha Nacional por la Democracia.

ARGENPRESS.tv/20/05/2007

Marcha Nacional por la Democracia. (Voto por Voto)

Este video que se difundió masivamente durante las manifestaciones contra el fraude electoral, contiene escenas de una de las manifestaciones más grandes realizadas en la historia de México: la Marcha Nacional por la Democracia el día 30 de julio de 2006.
Se trata de un segmento de la serierealizada por el director Luis Mandoki.

Haga click en el siguiente enlace para visualizar el video

La página de Chomsky

20/05/2007
Las guerras de las tortillas y el orden internacional
Noam Chomsky*
El Espectador/
Colombia

El caos que deriva del llamado orden internacional puede ser doloroso si uno es el blanco o la víctima del poder que determina la estructura de ese orden. Hasta las tortillas comienzan a jugar en este esquema.En fecha reciente, en varias regiones de México, los precios de las tortillas ascendieron más del 50 por ciento. En enero, en Ciudad de México, decenas de miles de trabajadores y campesinos realizaron una demostración en el Zócalo, la plaza central de la ciudad, para protestar por el alto costo de las tortillas. En respuesta, el gobierno de Felipe Calderón llegó a un acuerdo con productores y minoristas para limitar el precio de las tortillas y de la harina de maíz, muy probablemente una solución temporal.El alza de precios amenaza el producto principal de comida de los trabajadores y los pobres mexicanos. Forma parte de lo que podríamos llamar el efecto etanol, consecuencia de la estampida de Estados Unidos hacia el etanol basado en el maíz como un sustituto del petróleo, cuyas más importantes fuentes, por supuesto, están en regiones que desafían con más ahínco el orden internacional.También en Estados Unidos el efecto etanol ha aumentado el precio de la comida en una amplia gama, incluyendo otras cosechas, la ganadería y las aves de corral.La conexión entre la inestabilidad en el Medio Oriente y el costo de alimentar a una familia en Estados Unidos no es directa, por supuesto. Pero como en todo comercio internacional, el poder inclina la balanza. Una meta principal de la política exterior de Estados Unidos por largo tiempo ha sido crear un orden global en el cual las corporaciones norteamericanas tengan libre acceso a los mercados, recursos y oportunidades de inversiones. El objetivo es comúnmente llamado “libre comercio”, una posición que cuando se la examina, colapsa rápidamente.No es diferente a lo que Gran Bretaña, una predecesora en la dominación mundial, imaginó durante la última parte del siglo XIX, cuando adoptó el libre comercio, después de que 150 años de intervención estatal y violencia habían ayudado a la nación a conseguir un poder industrial mucho más grande que el de cualquiera de sus rivales.Estados Unidos ha seguido en gran parte el mismo modelo. Generalmente, las grandes potencias se muestran deseosas de entrar en cierto grado limitado de libre comercio cuando están convencidas de que a los intereses económicos bajo su protección les va a ir bien. Ese ha sido, y sigue siendo, un atributo primario del orden internacional.El auge del etanol sigue el modelo. Como lo indican los expertos en agricultura C. Ford Runge y Benjamin Senauer en Foreign Affairs, “la industria del biocombustible ha estado por largo tiempo dominada no por fuerzas del mercado sino por la política y el interés de unas pocas empresas grandes”, en especial Archer Daniels Midland, el productor más importante de etanol.La producción de etanol es factible gracias a subsidios estatales sustanciales y a tarifas muy altas para excluir un etanol brasileño basado en azúcar, mucho más barato y más eficaz.En marzo, durante el viaje a Latinoamérica de George W. Bush, el único logro fue un acuerdo con Brasil para la producción conjunta de etanol.Pero Bush, al mismo tiempo que declamaba la retórica del libre comercio para los otros a la manera convencional, enfatizaba que las altas tarifas para proteger a los productores de Estados Unidos se mantendrían, por supuesto, junto con las muchas formas de subsidios del gobierno para la industria.Pese a los enormes subsidios a la agricultura, financiados por los contribuyentes, los precios del maíz y las tortillas han estado subiendo con gran rapidez. Un factor es que los usuarios industriales de maíz importado de Estados Unidos comienzan a adquirir las variedades mexicanas más baratas usadas para las tortillas, aumentando los precios.El Tratado de Libre Comercio (TLC) de 1994, patrocinado por Estados Unidos, también puede jugar un rol significativo, que probablemente aumentará. El impacto del tratado fue inundar a México con exportaciones de agroempresas fuertemente subsidiadas, desalojando de sus tierras a productores mexicanos.El economista mexicano Carlos Salas ha demostrado que después de un aumento estable hasta 1993, el empleo en la agricultura comenzó a declinar cuando el TLC entró en vigencia, principalmente entre los productores de maíz, una consecuencia directa del tratado, concluyen él y otros economistas. Una sexta parte de la fuerza mexicana de trabajo en la agricultura ha sido desplazada durante los años del TLC, y el proceso continúa. Eso reduce los salarios en otros sectores de la economía y propulsa la emigración hacia los Estados Unidos.Max Correa, secretario general del grupo Central Campesina Cardenista, estima que “por cada cinco toneladas adquiridas a productores extranjeros, un campesino se vuelve candidato para emigrar”.Tal vez sea más que una coincidencia que el presidente Bill Clinton militarizara la frontera mexicana, previamente bastante abierta, en 1994, junto con la implementación del TLC.El régimen de “libre comercio” conduce a México del autoabastecimiento de comida hacia la dependencia de las exportaciones de Estados Unidos. Y a medida que el precio del maíz aumenta en los Estados Unidos, estimulado por el poder de las corporaciones y la intervención estatal, uno puede anticipar que el precio de las materias primas puede continuar aumentando de manera drástica en México.Cada vez más, los biocombustibles posiblemente van a “hacer pasar hambre a los pobres” alrededor del mundo, según Runge y Senauer, en la medida en que las materias primas sean convertidas en producción de etanol para los privilegiados —el casabe en el África subsahariana, para tomar un ejemplo ominoso.Mientras tanto, en el sudeste asiático, las selvas tropicales son taladas y quemadas para obtener aceite de palma destinado al biocombustible, y hay también en los Estados Unidos amenazantes efectos en el medio ambiente a raíz de la producción del etanol basado en el maíz.El alto precio de las tortillas y otros crueles caprichos del “orden internacional” ilustra la interconexión de los eventos, del Medio Oriente al Midwest, la región central de Estados Unidos, y la urgencia para establecer comercios basados en acuerdos verdaderamente democráticos entre las personas, y no en intereses cuyo hambre principal es por ganancias para las corporaciones protegidas y subsidiadas por un estado que dominan ampliamente, cualquiera sea el costo humano.



* Noam Chomsky. Profesor emérito de lingüística y filosofía en M.I.T.

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