10/1/08

Bush podría impedir aprobación de proyecto antichino en congreso, The Wall Street Journal

Uno de los problemas difíciles de resolver que enfrenta George W. Bush en el último año de su mandato lo constituye el de impedir al congreso de EEUU aprobar proyectos comerciales antichinos. Esto lo pronostica el rotativo estadounidense The Wall Street Journal en una nota bajo el título de “el prestar atención a China frustrará los esfuerzos de Bush en el comercio” y el subtítulo de “la competencia y los díficits causarán caos en el escenario político antes de los comicios”. Los siguientes son algunos extractos de la nota.Mientras se acerca el año electoral, el escepticismo comercial ha ganado terreno en EEUU, provocando una lucha entre los demócratas y los republicanos por el control la Casa Blanca y el congreso y ensombreciendo además lo que Bush va a hacer en los póximos 12 meses. Esta preocupación se centra principalmente en la competencia de China, el segundo socio comercial de EEUU después del Canadá. Los representantes demócratas de la Cámara están dispuestos a tomar acción para eleborar leyes destinadas a resolver los problemas en la seguridad de los productos de China y su política financiera y en otros terrenos.El gobierno estadounidense ha tomado una serie de medidas como negociaciones directas y demandas ante la OMC para obligar a China a resolver estos problemas, sin embargo, sus esfuerzos se enfrentarán a una prueba política en el Capitolio.Actualmente ha entrado en una etapa difícil, dijo Karan K.Bhatia, representante de Bush en las negociaciones comerciales y experto en asuntos comerciales de Asia. Es comprensible ejercer la presión política, sin embargo, la elaboración de leyes sobre las relaciones con China será la más inadecuada entre las opciones diversas, advirtió.El mantenimiento de las relaciones con China en la vía correcta constituye un desafío y tarea de importancia que enfrentará el gobierno en los próximos 12 meses, afirmó Bhatia.Las polémicas urgentes sobre el problema chino ensombrecerá los esfuerzos de Bush para firmar un nuevo acuerdo sobre la apertura del mercado. Está convenciendo a los líderes demócratas para la aprobación de tres acuerdos firmados con Panamá, Colombia y Corea del Sur respectivamente. La aprobación de cualquiera de los mencionados documentos quizá impulsará los esfuerzos del presidente por ampliar el comercio. La aprobación a finales del año pasado del acurdo de libre comercio con Perú ha expresado un deseo similar. Sin embargo, estos tres acuerdos todavía están archivado.La Casa Blanca apoyará la asignación de más fondos federales de apoyo a los obreros despedidos debido a la competencia extranjera, para lograr someter los tres acuerdos a la vitación del congreso. He aquí una propuesta presentada por estrategas políticos para hacer progresos en las negociaciones con los líderes demócratas. Se trata de una propuesta de compromiso que garantizará una victoria a ambas partes y mermar la contienda poítica en el año electoral al nivel lo más bajo posible. A medida del desarrollo de las actividades electorales, se volverá más enérgicos los términos que se unsa para referirse al problema comercial, dijo Williams Roz, vicepresidente del Citygroup y presidente de la Asociación de Américas. En el año electoral no es fácil impulsar el comercio y la democracia en el hemisferio occidental para esa organización comercial, agregó.
Bush todavía continúa sus esfuerzos para el término de la ronda Doha de las negociaciones comerciales globales. La Casa Blanca desea llegar a un acuerdo antes del fin del mandato de Bush en enero de 2009 para aumentar sus herencias políticas. Sin embargo, las negociaciones inciadas tras el incidente del ataque terrorista del S-11 se han trabado con múltiples dificultades.Las negociaciones organizadas por la OMC se han encontrado en las divergencias sobre la bajada de las subvenciones de los productos agrícolas y el umbral de comercio de productos. Para tratar el problema de China, el gobierno de Bush se esfuerza por entablar contactos en vez de la confrontación, y se inclina a resolver los problemas mediante diálogos y negociaciones.Según el gobierno de Bush, el recurrir a la OMC es una prueba de la madurez de las relaciones entre EEUU y China. Las demandas presentadas a esa organización constituyen “una manera de contactos para prevenir una guerra comercial en vez de avivarla”, dijo Susan Schwab, representante de asuntos comerciales estadounidense.Es posible que los diputados provoquen disputas con China, pero ella va a instarles a no realizar intervenciones recurriendo a la legislación, dijo Schwab. Las nuevas leyes serán demasiado simples para cumplir una tarea complicada, la votación de los proyectos antichinos agravará las fricciones en las relaciones bilaterales, conduciendo finalmente a perjudicar a los obreros, campesinos y empresarios estadounidenses a quienes quieren ayudar, afirmó la funcionaria. (Pueblo en Línea)
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