28/10/08

FIN DE LA HEGEMONÍA NORTEAMERICANA

Gaston Pardo
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La crisis mundial financiera y alimentaria, ha mostrado como ha llegado a su fin la hegemonía norteamericana y junto con ella ha muerto el modelo neoliberal globalizador. No poca cosa.

El modelo Imperial norteamericano tuvo su esplendor bajo los auspicios del Club de Bildelberg, el trilateralista "Bill" Clinton, y la desintegración del socialismo soviético así como el triunfo de la nueva economía financiera, que se creía había derrotado a los ciclos de las crisis, dando paso a las guerras humanitarias bajo el liderazgo norteamericano. Se dijo que la historia, de un futuro socialismo, había terminado.

Ello auspició la ampliación del Pentágono hacia la OTAN, transformándola en un complejo militar industrial de alcance supranacional, al integrarse a las corporaciones euro norteamericanas de la industria armamentística.

El declive del Imperio y de la nueva economía financiera de sus aliados, pronto empezó a mostrar forma y sustancia. La derrota militar en Irak y Afganistán, y el surgimiento de un mundo de alianzas estratégicas entre Rusia-China-India y los países del Mar Caspio.

China dio el gran salto, al consolidar su modelo de crecimiento, convirtiéndose en la locomotora de la economía de la vieja Europa y en una aliada estratégica de América del Sur. Hoy, China se ha constituido por sus reservas en dólares (tres trillones) en la clave para resolver la imparable crisis de los mercados y de las bolsas del mundo, como se reflejará en la Reunión Cumbre Financiera Mundial, con el grupo de los 2O, anunciada por la primera ministra de Alemania Ángela Merkel, durante la reunión de la ASEM, Asia Europa, que reúne a las economías asiáticas de India. China, Japón Corea y a los miembros de la ASEAN, junto con los países de Europa, para recomponer el sistema político económico mundial.

Sudamérica logró perfilar gobiernos progresistas de diferentes tonalidades y optó por alternativas político -económicas diferentes al credo neoliberal plataforma que permitió la constitución de UNASUR y creación de sus propios instrumentos de inversión y desarrollo de infraestructura para la integración regional. La región o los países miembros, realizan alianzas estratégicas con los bloques de poder emergentes pues aspiran a ser considerados como un bloque de poder.

Lo inusual en UNASUR es la creación de su propio consejo de seguridad, a contrapelo del Comando Sur norteamericano y de la Cuarta Flota; el Consejo se puso en práctica en la crisis Colombia-Honduras y con el apoyo al presidente boliviano, Evo Morales, para derrotar a los golpistas fascistas y empujar la nueva constitución. UNASUR ha puesto fin a la moribunda doctrina Monroe, despreciando la propuesta del TLCAN, el consenso de Washington y la participación militar norteamericana en el consejo de seguridad regional.

México, ante el fin de la hegemonía norteamericana y del globalismo neoliberal fundamentalista, tiene opciones y alternativas a las que puede recurrir exitosamente y será bienvenido, frente a la de seguir uncido a una carreta que ha perdido el paso pues los bueyes que la jalaban han muerto.
Rodolfo Sánchez Mena / sanchezmena@yahoo.com
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LPyC/28/10/2008

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