10/11/08

MÉXICO:Atentado o accidente, lo mismo da

AGENCIA DE COMUNICACIÓN RODOLFO WALSH
Integrante de la Red Nacional De Medios Alternativos

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(AW) El pasado 4 de noviembre, el avión en que viajaban el ministro de Gobierno de México, Juan Camilo Mouriño y el titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), José Luis Vasconselos, junto a cinco colaboradores, se precipitó a tierra, perdiendo la vida toda la tripulación y dejando al menos 50 heridos. Los minutos iban a sumar muertes y restar heridos. También iba a dejar un halo de sospecha acerca de si lo sucedido fue un accidente o un atentado.
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Por Alejandro Haddad
Agencia Walsh
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.
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Los muchos Méxicos
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Si es que en el mundo hay muchos mundos, en México —que es parte de ese mundo de muchos—, hay igualmente muchos Méxicos.
En esta nota, sin embargo, vamos a tomar solo cuatro de esos muchos. El México del gobierno autodenominado legal, el México del gobierno autodenominado legítimo, el México de los multimedia y el México de abajo.
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El episodio
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El pasado 4 de noviembre, Barack Obama, en un hecho histórico, fue elegido como el primer presidente negro de los Estados Unidos de arriba. Ese mismo día, pero en los Estados Unidos de abajo, otro hecho que pasaría a la historia iba a suceder. El avión en el que viajaban el Ministro de Gobierno, Juan Camilo Mouriño, el titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), José Luis Vasconselos, junto a cinco colaboradores, el piloto, el copiloto y la sobrecargo, se precipitó a tierra momentos antes de alcanzar el aeropuerto del Distrito Federal. El avión había salido de San Luis Potosí, donde los funcionarios habían ido a tratar temas de seguridad. Al estrellarse, al menos 50 transeúntes quedaros lesionados.
Así es que el México del autodenominado gobierno legal, leyó unas líneas en las que dio sus condolencias a las familias de los fallecidos y lesionados e hizo un homenaje al ministro amigo, sin decir que se trató de un accidente o qué.
Así es que el México del autodenominado gobierno legítimo, emitió un escueto comunicado que se versó más en palabras autoritarias, que en palabras de condolencia.
Así es que el México multimedios, solo se animó a hablar de accidente.
Así es que el Otro México, el de abajo, se decía a sí mismo que lo sucedido fue un atentado.
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Comunicados
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El México del autodenominado gobierno legal, en un comunicado leído por el presidente de la república Felipe Calderón, a menos de dos horas de ocurrido el episodio, solo pronunció palabras de respeto y congoja al tiempo que homenajeaba a Mouriño y prometía dar toda la información "a medida que avancen las investigaciones."
En uno de los párrafos, refriéndose a su amigo Mouriño, Calderón dice que "su muerte me causa profundo pesar, pero al mismo tiempo es para mí un motivo poderoso para pelear sin descanso y ahora más que nunca, por los ideales que compartimos" (el destacado es mío).
Aunque no me especializo en semiótica, los peros se usan para negar, o poner en duda, lo antedicho. Con el pero, el presidente advierte que, ese dolor de muerte, será usado como "motivo poderoso para pelar sin descanso" por unos ideales que no nombra porque ni modos.
En cuanto al México del autodenominado gobierno legítimo difundió un comunicado a través de su presidente, el cual se publicó en los periódicos el miércoles 5. En dicho texto, López Obrador utiliza un total de 120 palabras. De ellas, 15 están dedicadas a reforzar la idea de que el suyo es "el gobierno legítimo de México". "El gobierno legítimo de México" dice que "demanda la más rigurosa investigación para el esclarecimiento de los hechos y el deslindamiento de responsabilidades" (otras 15 palabras). A su vez el comunicado de "el gobierno legítimo de México", "expresa sus condolencias a familiares, amigos y colaboradores", utilizando solo 6 palabras para hablar sobre su pesar por las 14 personas muertas y las 40 personas lesionadas.
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Accidente o Atentado
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Si bien no hay pruebas para asegurar que lo sucedido fue un atentado, tampoco hay pruebas para decir que fue un accidente. Según versiones oficiales, el avión era nuevo, tenía suficiente combustible, se le hacía un riguroso mantenimiento, no había inconvenientes climatológicos e iba por la ruta habitual, despejando así las dudas acerca de que era viejo, le faltaba combustible, no tenía mantenimiento, existían riegos climáticos y se había desviado de su ruta. Pero entonces, si no hubo accidente, es que se piensa que hubo atentado.
Llama la atención, que los titulares del primer día del episodio, los medios de comunicación titularan la muerte de Mouriño y luego, como al pasar, se decía de la muerte de Vasconcelos. Si bien, la función de Mouriño era más relevante en cuanto a jerarquía, Vasconcelos era un peso pesado dentro del gobierno en cuanto a las campañas de lucha contra el crimen. El titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), había atravesado del gobierno de Fox sin ser removido de su cargo como titular de la institución al cual ascendió en 2003. Hasta llegar a la SIEDO, Vasconcelos pasó por Procuraduría General de la Nación (1993) como agente del Ministerio Público Federal donde ascendió hasta fiscal antidrogas. En ese período, dirigió las detenciones de importantes secuestradores así como también encabezó investigaciones contra grupos del narcotráfico. La lista de nombres que Vasconselos ayudó a meter en la cárcel es profusa y cinematográfica, la cual dice que sus enemigos eran muchos y de poder.
Así es que la labor de Vasconselos le valió dos atentados perpetrados por el cártel del Golfo, además de haber recibido varias amenazas de muerte. Dos semanas antes de su fallecimiento, él mismo había pedido cambiar de domicilio junto a su familia. La medida se sumaba al transporte blindado que usaba y el haber redoblado su custodia personal. En cambio, del resto de las personas muertas, no hay noticias de que hayan sido amenazadas de muerte.
Así es que el calvario del Vansconcelos de los últimos tiempos, trae la hipótesis de un atentado. Pero si bien él estaba enmarañado de amenazas, no era el único funcionario con enemigos dispuestos a matarlo en un accidente.
En esto de las amenazas, Mouriño, el funcionario amigo del presidente Calderón, estuvo ausente (o ausentado) hasta que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) le informara al Ministerio Público Federal que él también había sido amenazado. Es que el Ministro de la Gobernación también se había hecho de vecinos hostiles. Se lo acusaba de haber favorecido a su empresa familiar en contratos energéticos, nada menos que cuando se desempeñaba como titular de la Secretaría de Energía. El funcionario no desmintió la acusación, sino que la justificó alegando que la operación había sido legal.
En cuanto a su gesta contra la inseguridad, Mouriño se ganó adeptos denunciando la corrupción policial, declarando que las "corporaciones policiales (estaban) penetradas". De modo que no es llamativo que se confiara en el ejército para patrullar las calles.
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Drogas, la gran excusa
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El Otro México, el de abajo, denuncia que Calderón, para legitimar su gobierno ilegítimo, infinitamente sospechado de fraude, comenzó a darse a la tarea de luchar contra el narcotráfico. Esa lucha, dicen, es la excusa que encontró para militarizar las calles. Su homenajeado Mouriño, con el cual compartían "los mismos ideales", había declarado que la voluntad del estado es demostrarle "a los delincuentes que unidos, gobierno y sociedad, siempre seremos muchos más y mucho más fuertes".
La necesidad de un enemigo común para el estado y la sociedad, llevaron a Calderón a emprender esta "guerra" (según dijo él mismo) contra el narcotráfico e intentar legitimar su devaluado gobierno.
En tal caso, la lucha contra las bandas que se dedican a traficar drogas, es fácil de confundir con la fuerte presencia de las fuerzas de represión circulando por las calles con sus fusiles de asalto, persiguiendo a cualquier idea detractora del gobierno.
Es que el México de arriba, en algunos aspectos, se asimila al Colombia de arriba, pareciéndose así a lo peor de sí mismo. En tanto, el Otro México, el de abajo, el que se debate a sí mismo en asambleas, se parece cada vez más a la dignidad de un pueblo soberano. Entonces ese México habla de que han vuelto las desapariciones forzosas, situación que no se vivía desde la década del ´80. Entonces, dice, "la cárcel se ha convertido en algo no tan malo".
Así es que familiares de los desaparecidos Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez (Oaxaca, 25/5/2007), José Francisco Peredes Cruz (Michoacán, 26/11/2007), y Chatino Lauro Juárez (Oaxaca, 10/12/07), exigen la "presentación con vida" de sus familiares. Hoy son dos guerrilleros del Ejército Popular Revolucionario (EPR), un luchador social y un indígena. Mañana serán estudiantes, médicos, campesinos…
Luego del episodio de la caída del avión, Calderón informó que enviará grupos especiales de la Policía Federal Preventiva (PFP) a los estados que registran mayores conflictos, es decir, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Sonora, Michoacán. La idea es sumar fuerzas especiales a las ya existentes en esas zonas. Las palabras de Calderón suenan a reforzar la seguridad en esos estados donde bandas organizadas atentan contra la seguridad de la población y la estremecen de miedo. Lo cierto es que en esos estados es en donde la organización social se ha hecho más fuerte en los últimos tiempos. Son bastiones de grupos insurgentes armados o de movimientos sociales pacíficos, que los gobiernos, a pesar de sus fuertes represiones cargadas de torturas, violaciones, saqueos, deportaciones, encarcelaciones, desapariciones y muertes, no ha podido frenar su fortalecimiento y desarrollo.
El narcotráfico, el crimen organizado, son una buena excusa para establecer un tácito estado de sitio, y militarizar al país, dando vía libre al accionar militar. Además, el México de arriba, el que le entregó casi todas las fuetes de agua de Chiapas a la multinacional Coca-Cola (el "casi" se debe a que Coca-Cola no pudo entrar a los territorios zapatistas), sabe que de ese modo, Estados Unidos de arriba va a colaborar con dinero a través de créditos. No es solo Bush el instigador de esto. El presidente electo Barack Obama, ya le ofreció a su homólogo de los EE.UU de abajo, ayuda económica para combatir a las bandas de narcos. No habló del muro, de las ciudadanías, ni de un trato justo en el dispar Tratado de Libre Comercio. No. Solo ayuda contra los narcos en una lucha que, según el fallecido ministro Mouriño "llevaría tiempo, recursos y lamentablemente vidas."
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Militarización
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Fueron militares quienes coparon el aeropuerto de San Luis Potosí, desde donde despegó el estrellado Jet. Fueron militares quienes acordonaron el lugar donde se precipitó la aeronave. Fueron militares quienes, el pasado 7 de noviembre, incautaron la mayor cantidad de armas y municiones en la historia de México.
Estas operaciones militares tienen el olor fétido de todas las dictaduras castrenses sufridas por Latinoamérica. ¿Qué hacen militares resguardando el lugar donde se estrelló el avión? El gobierno federal gasta el dinero del pueblo en campañas publicitarias donde muestra un ejército que sirve a la población distribuyendo alimentos, ropas, medicinas. Naturaliza la presencia del ejército en las calles mostrando sus "logros" como especialistas en perseguir y detener narcotraficantes. Ante la incautación de 500 mil cartuchos, 428 armas, 287 granadas y mil cargadores, y la detención de solo tres sospechosos, el general Núñez Márquez declaró que ese decomiso fue posible ya que efectivos del décimo regimiento de caballería motorizado, de la sede de Reynosa, detectaron dos vehículos en los que viajaban los sospechosos con armas de fuego. Hay muchas cosas que no explica e general. Por ejemplo, no dice qué hacían sus subordinados patrullando las calles de Reynosa. Esos mismos efectivos, al perseguir a los sospechosos, penetraron en la vivienda donde, casualmente, se encontraba el mayor arsenal jamás decomisado en México. El general no da cuenta de orden de allanamiento ni de aviso previo a ningún funcionario judicial pertinente.
Está claro que no queda claro el procedimiento. Ni siquiera se aventuraron a decir a qué banda pertenecen las armas. Solo quedan claras otras cuestiones.
Una es la intención de demostrarle al pueblo mexicano, que el gobierno no frena su guerra con la muerte de ningún funcionario. Otra es que el ejército opera de modo autónomo, y que puede meterse en la vivienda de cualquier persona que le parezca sospechosa. Una otra más, es que al gobierno no le importa dar detalles de cómo opera el ejército, porque para eso es el ejército y porque así se infunde respeto a través de la incógnita y del miedo que hace la ignorancia.
La tergiversación, o el invento de información, están en cualquier libro de luchas antisubversiva. La guerra psicológica, fue el gran adelanto científico que los militares franceses le enseñaron al mundo castrense del mundo.
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Detalle de investigación
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Hay un pequeño detalle sobre la investigación de la caída del avión que solo se difundió en las primeras horas del episodio, y luego se evaporó por ser apenas un pequeño detalle. Los investigadores pidieron todas las imágenes que tomaron con sus cámaras o celulares, a las personas que presenciaron la caída del avión.
Los investigadores saben que de esas imágenes se puede saber dos cosas: si fue un accidente, o si fue un atentado.
Las imágenes de aficionados a las imágenes, dieron la verdad sobre lo sucedido en la masacre de Puente Yaguno, en Venezuela. También profundizaron la hipótesis de autoatentado, en la caída de las Torres Gemelas en Estados Unidos de arriba, así como le mostraron al mundo, las atrocidades perpetradas por el ejército de ese mismo país en Irak. Los investigadores saben que no solo les basta dominar la información de los grandes monstruos mediáticos. Saben que los medios alternativos, nutridos de aficionados, tienen una palabra que se hace cada vez más fuerte. Si las imágenes tomadas por transeúntes demuestran la hipótesis del gobierno, de que lo sucedido con el avión fue un accidente, no demorarán en publicarlas y premiar a quien las tomó. De lo contrario, las imágenes serán archivadas durante un tiempo prudencial, hasta que alguna editorial decida publicarlas junto a una investigación minuciosa del hecho, encargada a alguna pluma de nombre conocido para asegurar sus ventas.
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Lo mismo da
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El México del autodenominado gobierno legal, a través del Secretario de Comunicación y Trasporte, Luis Téllez (devenido en portavoz), insiste desde el primer momento en que lo sucedido fue un accidente. Claro que no lo dice el mero Calderón, pero lo dice un funcionario suyo y nadie sale a contradecirlo.
Ayer, en menos de una semana de ocurrido el "avionazo", los expertos dijeron que el avión se precipitó a tierra en una maniobra brusca. En una semana ocurrieron dos récords: el decomiso de armas, y la revelación de lo ocurrido con el avión oficial.
Es tanta la insistencia de que todo fue un lamentable accidente, que son cada vez más las dudas. ¿Por qué creerle a un gobierno sospechado de haber ganado con fraude? ¿Por qué sumarse a las sospechas del autodenominado gobierno legítimo, si parece preocuparse más por encontrarle alguna culpa al gobierno autodenominado legal, que por las víctimas?
El presidente Felipe Calderón ya hizo de su ministro un héroe. No necesita más. Pero, si de suerte le toca asumir un atentado, le cabe la posibilidad de sumar que su héroe es además un mártir.
Mientras al México de arriba parece darle lo mismo uno u otro modo de muerte, el resto de México, el de abajo, sigue en la misma pobreza resistiendo a las bandas paramilitares creadas por el PRI y que el PAN no desarticula porque no se le da la gana. Entonces la pregunta ingenua que suelen cerrar las notas es ¿a qué clase de bandas de delincuentes organizados está combatiendo el gobierno?
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Enviado por: Mónica Oporto
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LPyC/10/11/2008

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