ESCARBANDO...LQ somos.
Los tipos de interés
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Se dice, se comenta, que los tipos de interés suben, que los tipos de interés bajan desde la reserva federal de los Estados Unidos hasta el Banco Central Europeo. Y es que los tipos de interés no paran de viajar, vienen y van como si tal cosa, de Tokio a Nueva York y de Frankfurt a Melburne, circundando el globo, dejando estelas de entusiasmo y pavor según conviene a cada cual. Pero pocos saben que el tipo de interés es el precio que tiene el propio dinero en cada momento, y en consecuencia, siempre hay alguien que lo vende y alguien que lo compra, aun cuando pueda parecer que el dinero se compra y se vende a sí mismo, dado que a fin de cuentas, como diría Quevedo: poderoso caballero es.
Con todo, hemos de tener en cuenta que quienes venden y compran dinero, no son propiamente los tipos de interés de los que nos hablan, sino los tipos de interés de los que no nos hablan. Y es que no le interesa hablar de los verdaderos tipos de interés y sí en cambio, interesa hablar de los tipos de interés a quienes no tenemos interés ni intereses en dichos tipos de interés, pues en poco nos afecta salvo para saber que entre tanto tipo de interés, los damnificados y perjudicados, somos siempre nosotros y los beneficiados, ellos, para entendernos, siempre salimos malparados los tipos desinteresados y siempre salen beneficiados, los tipos de interés, que son quienes tienen interés e intereses en los tipos de interés, tanto cuando venden, como cuando compran, dado que siempre ganan suban o bajen los tipos de interés.
El resto de nosotros, que no somos tipo de interés estamos interesados en otros tipos de interés, como deportistas de élite, actores, famosos del corazón con los que nos distraen los tipos de interés, al tiempo que distraídos nos distraen los ahorros y escasos recursos que nos quedan toda vez previamente hemos sido despojados por otros tipos de interés que nos sablean por medio de impuestos directos e indirectos, de modo que a fin de cuentas, para quienes no tenemos interés en los intereses de los tipos de interés, casi da lo mismo que éste suba o éste baje, pues tanto cuando nos lo venden como lo compramos, siempre va en contra de nuestro interés.
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Se dice, se comenta, que los tipos de interés suben, que los tipos de interés bajan desde la reserva federal de los Estados Unidos hasta el Banco Central Europeo. Y es que los tipos de interés no paran de viajar, vienen y van como si tal cosa, de Tokio a Nueva York y de Frankfurt a Melburne, circundando el globo, dejando estelas de entusiasmo y pavor según conviene a cada cual. Pero pocos saben que el tipo de interés es el precio que tiene el propio dinero en cada momento, y en consecuencia, siempre hay alguien que lo vende y alguien que lo compra, aun cuando pueda parecer que el dinero se compra y se vende a sí mismo, dado que a fin de cuentas, como diría Quevedo: poderoso caballero es.
Con todo, hemos de tener en cuenta que quienes venden y compran dinero, no son propiamente los tipos de interés de los que nos hablan, sino los tipos de interés de los que no nos hablan. Y es que no le interesa hablar de los verdaderos tipos de interés y sí en cambio, interesa hablar de los tipos de interés a quienes no tenemos interés ni intereses en dichos tipos de interés, pues en poco nos afecta salvo para saber que entre tanto tipo de interés, los damnificados y perjudicados, somos siempre nosotros y los beneficiados, ellos, para entendernos, siempre salimos malparados los tipos desinteresados y siempre salen beneficiados, los tipos de interés, que son quienes tienen interés e intereses en los tipos de interés, tanto cuando venden, como cuando compran, dado que siempre ganan suban o bajen los tipos de interés.El resto de nosotros, que no somos tipo de interés estamos interesados en otros tipos de interés, como deportistas de élite, actores, famosos del corazón con los que nos distraen los tipos de interés, al tiempo que distraídos nos distraen los ahorros y escasos recursos que nos quedan toda vez previamente hemos sido despojados por otros tipos de interés que nos sablean por medio de impuestos directos e indirectos, de modo que a fin de cuentas, para quienes no tenemos interés en los intereses de los tipos de interés, casi da lo mismo que éste suba o éste baje, pues tanto cuando nos lo venden como lo compramos, siempre va en contra de nuestro interés.
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LQSomos. Nicola Lococo. Diciembre de 2008
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LQSomos/04/12/2008
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