31/3/09

Berlusconi quiere presentarse a las elecciones al Parlamento Europeo

Berlusconi durante su discurso en el congreso fundacional del nuevo partido.
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Silvio Berlusconi sigue dando de qué hablar en Italia. El pasado sábado anunció su intención de presentarse a las elecciones al Parlamento Europeo como cabeza de lista por su partido lo que ha generado las críticas de Dario Franceschini, líder de la oposición.

"¿Se pueden imaginar a Sarkozy, Merkel, Brown o Zapatero encabezando las listas de sus correspondientes partidos en las elecciones europeas?", se preguntó Franceschini ante los periodistas. "Va a ser el único jefe de Estado que en los próximos meses, mientras se supone que lucha día y noche para resolver los problemas económicos de las familias y las empresas, se ponga a hacer campaña electoral", añadió el líder del partido democrático.

La intención real de Berlusconi es presentarse a las elecciones y si gana, ceder su sitio a otro miembro del partido y seguir con sus funciones de primer ministro.

Franceschini dijo además que Berlusconi le había retado a presentarse contra él, "pero no pienso hacerlo". En las encuestas, el Partido Demócrata está 20 puntos por debajo del
Pueblo de la Libertad de Berlusconi.

No obstante, sí dijo estar dispuesto a participar en tres debates contra el primer ministro italiano: "uno ante mil desempleados, otro ante los profesores y el último ante los empresarios".
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Público - España/31/03/2009

Para Trichet, la demanda permanecerá débil a lo largo del año

El presidente del BCE dijo además que hay que reintroducir la confianza y que hubo un mayor deterioro de la actividad económica en lo que va de 2009

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dijo que hubo un mayor deterioro de la actividad económica en el primer trimestre de 2009 y proyectó que la demanda permanecerá "muy débil" a lo largo del año, al tiempo que consideró fundamental "reintroducir la confianza".

"La última información sugiere que la actividad económica se ha deteriorado más en el primer trimestre de 2009; esperamos que la demanda permanezca muy débil a lo largo de este año, antes de iniciar una gradual recuperación en el curso de 2010", sostuvoTrichet, informó Télam.

Asimismo, ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, sostuvo que "el impacto positivo de los paquetes de rescate lanzados por los gobiernos podría ser más fuerte de lo anticipado", aunque advirtió que "el impacto que tiene la actual turbulencia podría ser también más fuerte de lo esperado".

"Podemos decir que estamos en un mundo incierto; mucho depende de nuestra capacidad de reintroducir la confianza", consideró, y remarcó que "lo que es esencial es poner nuevamente al sector financiero en condiciones de otorgar créditos".

Respecto de la postura de China que reclama una nueva moneda de referencia global en lugar del dólar, remarcó: "Me remito a lo acordado en el documento del Grupo de los Siete, que firmé, donde dice que la volatilidad y los movimientos desordenados en tasas cambiarias tiene efectos adversos en las economías".

"He notado con gran interés en los últimos comunicados, que Timothy Geithner, secretario del Tesoro de los Estados Unidos, dijo que un dólar fuerte está entre los intereses de los Estados Unidos", observó, según la agencia de noticias Bloomberg.

El presidente estadounidense, Barack "Obama dijo que el dólares extraordinariamente fuerte en este momento" y que no hay necesidad de una divisa global; "esos son conceptos muy importantes", concluyó Trichet.

iProfesional - Argentina/31/03/2009

El gigante asiático se alza contra el dólar y propone crear una "supermoneda"

China y Rusia ejercen cada vez más presión para que la divisa norteamericana deje de ser moneda de referencia. Lula también ve con buenos ojos la propuesta. Sucede que muchos países están preocupados por la megaemisión (un billón de dólares) de parte de la FED destinada al salvataje. Qué son los SDR
A los pedidos de China y Rusia, apoyados desde la Secretaría del Tesoro que admitió la posibilidad de comenzar el debate de una nueva moneda que reemplace al dólar, se sumó un grupo de trabajo de la ONU, encabezado por el Premio Nobel estadounidense Joseph Stiglitz, que recomendó impulsar una transformación completa de la arquitectura económica global para superar la actual crisis financiera y evitar su repetición.

La propuesta original del gobierno ruso
Rusia ha propuesto la creación de una nueva divisa de reserva, que sea emitida por las instituciones internacionales, entre otras de las medidas que propondrá en la cumbre del G20, a realizarse en Londres el próximo 2 de abril.

Los pedidos para reconsiderar el estatus del dólar como la única moneda de referencia llegan en medio de las preocupaciones respecto a su valor a largo plazo, luego de que la Reserva Federal estadounidense anunciara que inyectará más de un billón de dólares de nuevo efectivo en la golpeada economía.

Rusia se reunió con representantes de China, India y Brasil de cara al encuentro de ministros de finanzas del G20 del fin de semana pasado, en momentos en que las potencias emergentes buscan aumentar su influencia en la toma de decisiones mundiales. Su primer comunicado conjunto no mencionó una nueva divisa, pero fuentes cercanas al encuentro afirmaron que el tema fue discutido.

Funcionarios de ese país aseveraron que su propuesta tenía amplio apoyo de otras economías emergentes clave como Brasil, India, China, Corea del Sur y Sudáfrica.

Por su parte Medvedev, el presidente ruso, sorprendió este fin de semana con sus declaraciones, al reafirmar su postura de apoyar la creación de una "súper moneda" de reserva a nivel mundial. Insistió en que su creación permitirá la estabilidad monetaria mundial a largo plazo.

En una entrevista concedida a la BBC, Medvedev afirmó: "Saben que he debatido esta cuestión con (el primer ministro británico) Gordon Brown y otros colegas. Es muy obvio que el actual sistema monetario no ha podido con los retos actuales”.

El primer mandatario sostuvo: “Somos afortunados por tener una serie de monedas: dólar, euro y libra. Pero en el futuro este sistema debería estar cimentado en una cesta de monedas que también incluya otras monedas regionales de reserva", dijo. "Si logramos un acuerdo al respecto, en el futuro podríamos hablar de la creación de una súper moneda", concluyó.

La propuesta del gigante asiático
"China no presentó formalmente su posición para la cumbre del G20, pero extraoficialmente difundió un documento en relación a ese tema. "La crisis financiera es una prueba de las deficiencias inherentes del sistema monetario actual", aseguró Zhou Xiaochuan, jefe del Banco Central de China.

Zhou Xiaochuan, instó el lunes pasado al uso más amplio de los Derechos Especiales de Giros, creados por el Fondo Monetario Internacional en 1965 como un activo de reserva mundial.

Los comentarios de Zhou fueron pronunciados luego de que Rusia señalara que presentaría su propuesta en la reunión de los países que conforman el G20, consistente en la creación de una nueva divisa de reserva global.

El régimen de Beijing planteó una revisión radical del actual sistema monetario, monopolizado por el dólar estadounidense (tras el abandono de los acuerdos de Bretton Woods en 1971) con el fin de desligarse del patrón oro.

Por su parte, el gobernador del Banco Popular de China apuesta por "crear una divisa de reserva internacional que no está relacionada con naciones individuales y pueda permanecer estable a largo plazo".

Además, dijo que los Derechos Especiales de Giro (SDR, sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen el potencial para actuar como una divisa de reserva supranacional. Es decir, el objetivo sería crear una nueva súper divisa.

El SDR es un activo de reserva internacional creado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1969 y sólo es empleado por gobiernos e instituciones internacionales. Es una canasta que incluye a las monedas más fuertes en el mundo: contempla además del dólar al yen, al euro y la libra esterlina.

¿Por qué cobran semejante relevancia los dichos del gigante asiático? Cabe recordar que China se convirtió en la principal acreedora del gobierno de los EE.UU:

Su tenencia de títulos del Tesoro norteamericano alcanza 740.000 millones de dólares
Con sus compras ayuda a financiar más del 60% del déficit fiscal estadounidense (1.9 trillones de dólares)

El sí pero no del gobierno de Estados Unidos
Las primeras declaraciones del gobierno de EE.UU. sobre este tema provinieron de su secretario del Tesoro, Timothy Geithner en una audiencia ante el Congreso de su país.

En esa ocasión, la representante republicana Michele Bachmann le preguntó: "¿Renunciaría usted categóricamente a que Estados Unidos se aleje del dólar y recurra a una divisa mundial como lo sugirieron esta mañana China y también Rusia, señor secretario?". La respuesta de Geithner fue: "Lo haría, sí".

Luego, para tratar de aminorar el impacto de sus palabras, el secretario del Tesoro dijo que el dólar seguiría siendo la principal moneda de reserva, aunque se mostró muy permeable al mayor empleo del SDR.

En tal sentido, explicó que Washington está "muy abierto" a la propuesta de China y Rusia de crear una nueva “super divisa” de reserva internacional en sustitución del dólar, de cara a la reunión del G20 en Londres en el próximo 2 de abril.

Rectificación y un mar de dudas
Geithner se rectificó poco después, al afirmar que el dólar seguirá "siendo la moneda de reserva dominante en el mundo... durante un largo período de tiempo". Lo relevante, sin embargo, es que su Gobierno simplemente se haya cuestionado aceptar la propuesta de China y Rusia.

La mera posibilidad de que EE.UU. haya dejado la puerta abierta a esta posibilidad provocó el hundimiento del dólar, que cayó a plomo frente al euro, el yen y la libra esterlina. “Un auténtico terremoto en el ámbito de las geo-finanzas mundiales", según expresó David Bloom, jefe de divisas del HSBC.

Ante semejante revuelo, fue el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama quien tuvo que salir a rechazar la sugerencia de potencias económicas emergentes sobre que el mundo debería alejarse del uso del dólar como la principal divisa de reservas del mundo.

"No creo que haya necesidad de una moneda global", dijo Obama en una conferencia de prensa transmitida en el horario de mayor audiencia, agregando que el dólar "está extraordinariamente fuerte ahora mismo".

Obama fue consultado durante su conferencia de prensa por la preocupación expresada por funcionarios chinos respecto a la moneda norteamericana y el creciente déficit de presupuesto de su país.

"La razón por la que el dólar está fuerte es porque los inversores consideran que Estados Unidos es la economía más sólida del mundo, con el sistema político más estable de la tierra", expresó el mandatario.

Stiglitz, un premio Nobel que apoya la iniciativa
El premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, adhirió a la propuesta de Rusia y China de reemplazar al dólar como la moneda de referencia y de reserva mundial.

El especialista explicó que dado que la mayoría de las reservas nacionales son en dólares, un gran número de países cuenta con un capital que podría emplearse en disminuir los efectos de la actual crisis económica.

En lugar del dólar, Stiglitz propuso emplear un sistema de reservas globales basado en los 'Derechos Especiales de Giro'.

Stiglitz formuló sus propuestas a nombre de un grupo de trabajo que, por encomienda del secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, presenta alternativas para reformar el sistema financiero y económico internacional.

Entre otras de sus recomendaciones figura el crear un organismo que financie sin condiciones a las naciones en desarrollo, con el objetivo de combatir la pobreza e impulsar la demanda global.

El economista aseguró que las reformas son urgentes porque el sistema financiero actual no será capaz de resolver la crisis económica global. "El mundo ha fracasado hasta ahora en crear un sistema que proteja a los más vulnerables, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en desarrollo", enfatizó Stiglitz.

Lula también se suma
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también consideró que la propuesta de China de crear una nueva moneda internacional de reserva es "válida y pertinente", y evaluó que la mayoría de los países emergentes deberían estar de acuerdo con la idea.

En rueda de prensa junto al primer ministro británico Gordon Brown, Da Silva señaló que conversará sobre el tema con el presidente de China Hu Jintao en una reunión previa a la Cumbre del G-20 en Londres.

Lula recordó que Brasil y la Argentina ya establecieron un mecanismo para el comercio bilateral en monedas locales, lo que va en dirección similar a la propuesta china.

"Cuando aprobamos con Argentina el comercio bilateral en la moneda argentina y brasileña, es porque pensamos que es necesario dar pasos para no quedar subordinados a la moneda de otros país", dijo.

Da Silva evaluó que "en principio todos los países emergentes pueden ver como favorable la creación de una nueva moneda".

El sistema monetario, un tema sobre el que se ha hablado mucho estos días, estará en la agenda de la cumbre del grupo de las 20 economías más desarrolladas y emergentes del mundo, que comenzará el próximo jueves en Londres con la crisis financiera internacional como principal asunto a tratar.

Un panel de expertos de las Naciones Unidas también está estudiando el uso ampliado de los DEG, ahora usados principalmente como una unidad contable por organizaciones similares en reemplazo de la moneda estadounidense.

La ficción del Amero
La propuesta de China y Rusia en algún punto se asemeja con el Amero, una de las fantasías que ha tomado dimensiones globales a través de Internet, según la cual existiría un plan de los orquestadores del Nuevo Orden Mundial para llevar a la quiebra al sistema financiero mundial en busca de la imposición de una nueva moneda. En ciertas ocasiones la realidad se confunde con la ficción.

Rubén Ramallo
© iProfesional.com
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Notas relacionadas
China propuso crear una divisa de reserva mundial
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iProfesional Argentina/31/03/2009

Firman acuerdos con Brasil por u$s 2.500 millones

Para la integración energética
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El ministro de Planificación Julio De Vido con su par brasileño Edison Lobao El ministro de Planificación, Julio de Vido, firmó hoy en Brasil con el ministro de Energía de ese país, Edison Lobao una serie de acuerdos en materia de intercambio de energía y para la construcción de la represa de Garabí.
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Uno de los acuerdos concretados refiere a la renovación del intercambio compensando de Energía Eléctrica, que establece que Brasil provee de electricidad a Argentina entre los meses de Abril y Agosto y luego devuelve lo recibido entre septiembre y noviembre.

Según indicaron a Télam fuentes de la cartera de Planificación, éste acuerdo de integración eléctrica se lleva adelante por tercer año consecutivo. En otro orden se firmó la declaración conjunta para el inicio de los estudios de inventario de la represa de Garabí sobre las márgenes del río Uruguay, estando previsto que en 18 meses se está, en condiciones de con los pliegos para la licitación para la construcción de la represa con una inversión prevista del orden de los 2.500 millones de dólares.

El acuerdo establece además que en seis meses también estarán en condiciones de iniciar los estudios de viabilidad que determinar n, entre otras cosas, la cota del embalse. Se firmó por otra parte un acuerdo de Energía con devolución compensada todo el año, que establecer un intercambio permanente entre ambos países.

En el mismo sentido se estableció que a partir de estos acuerdos comience a emplearse la moneda local para los intercambios, según el protocolo que oportunamente firmaran la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par de Brasil Inacio, Lula Da Silva.
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El Argentino - Argentina/31/03/2009

PALITOS CHINOS

ACUERDO PARA COMERCIAR EN YUANES Y PESOS, SIN USO DE DOLARES, POR EL EQUIVALENTE A 10.000 MILLONES DE DOLARES POR CADA PARTE
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El Banco Central firmó con el Banco Popular de China un “swap” cambiario por 70.000 millones de yuanes (10.200 millones de dólares) para facilitar el comercio bilateral sin usar dólares y “garantizar el acceso a una moneda internacional en caso de eventual iliquidez”. Es el primer acuerdo de este tipo de China con un país americano
China le dará respaldo en yuanes a la Argentina
La operación establece la puesta a disposición de una suma equivalente a 10 mil millones de dólares de cada país en favor del otro, pero en moneda nacional. Permitirá esquivar parte del impacto de la crisis, que contagia a través del dólar.
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Yuanes, la moneda china de la que ahora dispondrá Argentina para gastar en Asia. Crédito abierto sin costo mientras no se use.
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Por Cristian Carrillo
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Los bancos centrales de Argentina y China alcanzaron ayer un acuerdo tipo “swap” de facilidades recíprocas para el acceso a productos del otro país sin necesidad de utilizar dólares. El Banco Popular de China pondrá a disposición de Argentina un monto en yuanes (70 mil millones) equivalente a 10 mil millones de dólares, por tres años y sin interés mientras no se utilice, los cuales podrán ser utilizados cuando se requieran. A su vez, Argentina abre una cuenta en favor de China por el equivalente del mismo valor pero en pesos (37 mil millones), que podrán aplicarse a compras en el mercado local, en iguales condiciones que el anterior. Así, se facilita el intercambio sin necesidad de obtener dólares (ni de las reservas internacionales ni debiendo adquirirlos en el mercado) y se asegura liquidez y crédito mutuamente, como una salvaguarda frente a un eventual endurecimiento de las condiciones financieras internacionales a raíz de la crisis.

La operación se convierte en la primera de este tipo que el gobierno chino lleva adelante en un país fuera de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean). La iniciativa permite disminuir los riesgos que presenta la volatilidad de la divisa estadounidense en el actual contexto de crisis global. Además, de generalizarse su uso como medio de pago para el comercio exterior, los organismos monetarios podrían contabilizar los yuanes como reservas.

El acuerdo fue presentado por el gobierno chino durante el desarrollo de la Cumbre Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Medellín, Colombia. La iniciativa colaborará en lo local con la defensa de las reservas, en momentos en que se agudiza la fuga de dólares. Las autoridades del Central insisten en que es “un modo de garantizar el acceso a moneda internacional en caso de eventual iliquidez”, se subraya en un comunicado distribuido por la entidad.

El “swap” es una operación de canje mediante la cual cada parte accede a la divisa de la otra, entregando a cambio una suma equivalente en su propia moneda. El período efectivo del acuerdo será de tres años, pero podrá extenderse. “Es una señal positiva; servirá para pagar importaciones y liberar el uso de dólares, con lo que se quita presión a las reservas internacionales”, explicó a Página/12 el investigador titular del Cedes Roberto Frenkel.

No es la primera vez que el Banco Popular de China otorga una línea de crédito de este tipo en el mundo, pero sí fuera de los países emergentes de la región asiática. En octubre último, Brasil y México recibieron facilidades de parte del Tesoro de los Estados Unidos, para retenerlos dentro del área dólar en pleno recrudecimiento de la crisis internacional.

El convenio fue firmado por el titular del Central, Martín Redrado, y su par chino, Zhou Xiaochuan. “Hemos firmado un memorando. Ambos lados necesitan aún trabajar en los procedimientos locales para finalizarlo”, dijo Xiaochuan. El gobernador del organismo asiático aseguró que “el acuerdo servirá para estabilizar el sistema monetario regional, proteger contra riesgos financieros y limitar la extensión de la crisis en este momento clave”.

Por su parte, el comunicado del Banco Central argentino advierte que se trata de un acuerdo contingente en que “las transacciones se efectúan realmente sólo cuando sea necesario y adecuado”. “Ninguna parte paga un costo mientras la liquidez no se utilizada”, alerta el documento. Señalan también que, en la práctica, el acuerdo reforzará la posición financiera del país.

Los especialistas consultados por este diario descartaron que exista una correlación con la salud financiera doméstica en el corto plazo, aunque reconocen algún tipo de impacto sobre las reservas. “Si tenemos superávit con China lo vamos a recibir en pesos. Es el costo-beneficio de contar con un sistema estable y evitar las fluctuaciones del dólar”, dijo Frenkel. Sin embargo, actualmente ese efecto colateral juega en favor de la Argentina. El intercambio comercial con el bloque asiático, segundo en importancia para el país, cerró el primer bimestre del año con un saldo negativo de 118 millones de dólares, según cifras publicadas por el Indec.

De todos modos, la apuesta es hacia adelante. La presencia de un flujo de fondos chino no parece “inocente”, mientras Estados Unidos otorga liquidez a Brasil. Pero la pregunta que sobrevuela es ¿qué posibilidad existe de usar yuanes para pagar a terceros? “Precisamente, el uso de la divisa como medio de pago internacional, sin ninguna restricción, permitiría que sea contabilizada como reserva internacional”, explicó Frenkel. En esto, las autoridades del Central confían. “Todo indica que el yuan es una de las divisas que están comenzando a gravitar con fuerza y que gozará de creciente liquidez en los mercados monetarios internacionales”, pronostica el comunicado del organismo.
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Por Raúl Dellatorre
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Página/12 Web - Argentina/31/03/2009

Consensos problemáticos

Consensos problemáticos
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Por Boaventura de Sousa Santos *
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Desde hace años me intriga la facilidad con que se crean consensos en las sociedades de Europa y Norteamérica. Me refiero a consensos dominantes, adoptados por los principales partidos políticos y por la mayoría de los editorialistas y comentaristas de los grandes medios de comunicación social. Son tanto más intrigantes porque se producen sobre todo en sociedades donde supuestamente la democracia está más consolidada y donde, por eso, la competencia de ideas e ideologías se esperaría que fuera más libre e intensa. Por ejemplo, en los últimos treinta años se consolidó el consenso de que el Estado es el problema y el mercado la solución; que la actividad económica es tanto más eficiente cuanto más desregulada; que los mercados libres y globales son siempre preferibles al proteccionismo; que nacionalizar es anatema, mientras privatizar y liberalizar es la norma.

Más intrigante es la facilidad con que de un momento a otro se cambia el contenido del consenso y se pasa del dominio de una idea al de otra totalmente opuesta. En los últimos meses asistimos a una de esas transformaciones. De repente, el Estado volvió a ser la solución y el mercado el problema; la globalización fue puesta en cuestión; la nacionalización de importantes entidades económicas dejó de ser anatema y pasó a ser la salvación. Aún más intrigante es que sean las mismas personas e instituciones las que defienden hoy lo contrario de lo que defendieron ayer, y aparentemente lo hacen sin tener mínima conciencia de la contradicción. Esto es tan cierto respecto de los principales consejeros económicos del presidente Obama como del presidente de la Comisión de la Unión Europea y los actuales gobernantes de los países de Europa. Y parece ser irrelevante la sospecha de que, siendo así, estamos ante un mero cambio de táctica y no ante un cambio de filosofía política y económica, el cambio que sería necesario para enfrentar la crisis con éxito.

A lo largo de estos años hubo voces disidentes. El consenso que se consolidó en el Norte global estuvo lejos de consolidarse en el Sur global. Pero la disidencia no fue escuchada o fue castigada. Se sabe, por ejemplo, que desde 2001 el Foro Social Mundial (FSM) viene realizando una crítica sistemática al consenso dominante, simbolizado por el Foro Económico Mundial (FEM). La perplejidad con que leemos el último informe del FEM y verificamos alguna convergencia con el diagnóstico realizado por el FSM nos hace pensar que, o el Foro Social tuvo razón demasiado pronto o el Foro Económico la tiene demasiado tarde. Una vez más, la verdad es que el consenso es traicionero. Puede haber alguna convergencia entre el FEM y el FSM con respecto al diagnóstico, pero ciertamente no con respecto a la terapéutica. Para el FEM, y por lo tanto para el nuevo consenso dominante rápidamente instalado, es crucial que la crisis sea definida como una crisis del neoliberalismo y no como una crisis del capitalismo, o sea, como una crisis de un cierto tipo de capitalismo y no como la crisis de un modelo de desarrollo social que, en sus fundamentos, genera crisis periódicas, empobrece a la mayoría de las poblaciones que dependen de él y destruye el medioambiente. Desde esa perspectiva, también es importante que las soluciones sean una iniciativa de las elites políticas y económicas, que tengan un carácter tecno-burocrático y no político, y sobre todo que los ciudadanos sean alejados de cualquier participación efectiva en las decisiones que los afectan y se resignen a “compartir el sacrificio” que cabe a todos, tanto a los poseedores de grandes fortunas como a los desempleados o los jubilados con pensiones mínimas.

La terapéutica propuesta por el FSM, y por tantos millones de personas cuya voz seguirá sin ser escuchada, requiere que la solución de la crisis sea política y civilizatoria, y no confiada a los que, después de haber causado la crisis, están apostando a continuar beneficiándose de la falsa solución que proponen. Ciertamente, el Estado deberá ser parte de la solución, pero sólo después de ser profundamente democratizado y librado de los lobbies y la corrupción que hoy lo controlan. Urge una revolución ciudadana que, sobre la base de una inteligente combinación entre democracia representativa y democracia participativa, pueda crear mecanismos efectivos de control democrático tanto de la política como de la economía. Es necesario un nuevo orden global solidario que cree condiciones para una reducción sustentable de las emisiones de carbono hacia 2016, cuando según los estudios de la ONU el calentamiento global, al ritmo actual, será irreversible y se transformará en una amenaza para la especie humana. La existencia de la Organización Mundial del Comercio es incompatible con ese nuevo orden. Es preciso que la lucha por la igualdad entre los países, y al interior de cada país, sea finalmente una prioridad absoluta. Para eso, el mercado debe volver a ser un servidor, ya que como soberano se ha revelado terrible.
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* Doctor en Sociología del Derecho, profesor de la Universidad de Coimbra (Portugal) y de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.).

Traducción: Javier Lorca.

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Pagina/12 Web - Argentina/31/03/2009

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Rebelión/31/03/2009

Cómo escapar más rápido de la recesión

Claves americanas
Por
Andrés Oppenheimer
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CIUDAD DE MEXICO - Contrariamente a la opinión generalizada de que una posible recuperación económica de Estados Unidos en 2010 se extendería rápidamente a América latina, algunos expertos advierten que la región podría tardar algunos años más en recuperarse, debido a las tensiones políticas que generará el abultado calendario electoral del continente.

Javier Santiso, un destacado economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, el club de los 30 países más ricos del mundo), me hizo notar en una entrevista algo que ha pasado casi inadvertido en la mayoría de los análisis económicos: el posible fin de la recesión en Estados Unidos podría coincidir con el principio de una temporada eleccionaria inusualmente agitada en la región.

Entre 2010 y 2012 se celebrarán 11 elecciones presidenciales, incluidas las de Brasil, México, Colombia, la Argentina y Perú. "Históricamente, las elecciones en América latina han provocado incertidumbre política y nerviosismo entre los inversores locales y extranjeros", me dijo Santiso, citando estudios de la OCDE sobre el impacto de las elecciones en el desempeño económico.

"Incluso si hay una recuperación en Estados Unidos el año próximo, muchos países latinoamericanos podrían demorar dos o tres años en iniciar su recuperación."

Rogelio Ramírez de la O, de la empresa de proyecciones económicas Ecanal, de México, coincide. Me dijo que el nerviosismo preelectoral podría ser mayor esta vez porque la crisis global hará que muchos candidatos critiquen las políticas de libre mercado seguidas por la mayoría de los países de la región durante las dos últimas décadas. "Definitivamente, va a haber más ruido electoral y eso va a retrasar el repunte de la inversión", señaló De la O.

Según un estudio de la OCDE, las principales crisis financieras latinoamericanas de los últimos 15 años sucedieron en años electorales. Es el caso de las crisis financieras mexicanas de 1980 y 1994; de la megadevaluación en Brasil, en 1999, y de la crisis económica argentina de 2001. Hay tres fenómenos recurrentes en las crisis financieras latinoamericanas, según revela el estudio:


Los gobiernos que se van aumentan el gasto público y postergan medidas de costo social, como devaluaciones, lo que frecuentemente obliga a los gobiernos entrantes a tomar medidas de ajuste. "El que sale no quiere ser el que devalúa. Y le transfiere el problema al siguiente", dice Santiso.

Los bancos internacionales tienden a decirles a sus clientes en años preelectorales que posterguen sus inversiones en países latinoamericanos hasta después de la votación presidencial. La OCDE estudió las recomendaciones de 10 grandes bancos internacionales entre 1997 y 2006 y encontró una clara tendencia de recomendaciones negativas en el año que precedió a las elecciones presidenciales. "Los bancos no saben qué va a ocurrir, y entonces recomiendan a sus clientes apartarse del país antes de las elecciones", dice Santiso.

Estas recomendaciones negativas, a su vez, suelen provocar fugas de capitales o caídas de los niveles de inversión en los países latinoamericanos antes de las elecciones, según revela el estudio.

La buena noticia es que, por primera vez, varios países latinoamericanos han logrado evitar esta tendencia al deterioro económico preelectoral, resistiéndose a la tentación de adoptar políticas económicas irresponsables antes de las elecciones. Santiso citó los ejemplos de Chile, Brasil, México y Perú, que no incurrieron en enormes aumentos del gasto público ni en otras medidas irresponsables. "Eso es una señal muy importante, y muy alentadora", dice Santiso. "Al mismo tiempo, debemos tomar en cuenta que las últimas elecciones se realizaron durante un período de bonanza económica."

Evitar la volatilidad
"¿Qué debería hacerse para impedir las recesiones económicas vinculadas con las elecciones?", le pregunté a Santiso. "Ahora que sabemos que los ciclos políticos pueden provocar crisis económicas, tanto los gobiernos como las oposiciones deberían impulsar pactos de credibilidad", dijo Santiso. "Eso sería muy importante para minimizar estos impactos antes de las elecciones."

Mi opinión: estoy de acuerdo. Para pasar a formar parte del Primer Mundo, los países emergentes deberían buscar acuerdos nacionales para dejar atrás la volatilidad preelectoral. Una de las principales definiciones de los países en vías de desarrollo es, precisamente, la frecuencia con la que la inestabilidad política se traduce en volatilidad financiera.

Algunos países, como Chile, Costa Rica y Brasil, se están acercando cada vez más al Primer Mundo gracias a acuerdos tácitos o a promesas explícitas de los principales candidatos presidenciales de adoptar políticas económicas responsables. Para otros países, como México, la Argentina y Perú, estos pactos son aún asignaturas pendientes.

Cuanto más rápido lleguen a "pactos de credibilidad" en torno de políticas de Estado en materia económica, tanto más se convertirán en imanes para las inversiones locales y extranjeras, y tanto más rápido saldrán de la actual recesión mundial una vez se recupere la economía estadounidense.
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La Nación - Argentina/31/03/2009

30/3/09

Por qué Europa es una amenaza para Latinoamérica

Están cayendo como moscas. Me refiero, por supuesto, a los Gobiernos europeos. La crisis comenzó desestabilizando a los bancos y ahora va por los Gobiernos. En muchos países de Europa, tanto del este como del oeste, los Gobiernos se tambalean al borde del precipicio, llevados allí por las furias políticas desencadenadas por la crisis económica. Los Gobiernos de Bélgica, Islandia, Letonia, la República Checa y Hungría se han visto expulsados del poder como consecuencia del crash. Bulgaria, Rumania, Grecia e Irlanda se enfrentan a una terrible situación económica que inevitablemente provocará convulsiones políticas. Y la lista es más larga. Si 2008 marcó el comienzo del crac financiero, 2009 será el inicio de un periodo lleno de terremotos políticos.
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Las cifras que reflejan la debilidad económica europea son espantosas
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Las cifras que reflejan la debilidad económica europea son espantosas: el déficit combinado del presupuesto publico de los cuatro países más grandes de la eurozona (Alemania, Francia, Italia y España) será, el año entrante, tres veces y media mayor de lo que fue el año pasado, y su deuda pública combinada saltará del 71% del PIB hace un año al 83% el año próximo. Y estos enormes volúmenes de deudas y déficits no tienen en cuenta ni la necesidad de un necesario y cada vez más urgente estímulo fiscal que sea mayor que el que ahora contemplan, ni la posibilidad muy real de que van a tener que financiar el rescate de algún país europeo cuya bancarrota puede causar un grave daño a toda la región. Los bancos de Austria, por ejemplo, le han prestado una cantidad equivalente al 70% del tamaño de la economía austriaca a empresas en países de Europa del este que ahora afrontan serias dificultades para pagar sus deudas. El mismo problema tienen los bancos italianos, y ni Italia ni Austria tienen cómo salvar por sí solos a sus bancos si, en efecto, los países de Europa del Este dejan de pagarles. Inevitablemente, el desempleo crece a gran velocidad. Las presiones políticas para conseguir dinero de donde sea para afianzar las maltrechas economías europeas serán enormes.

¿Qué tiene que ver América Latina con todo esto? Mucho.

Sin llegar a los extremos de Europa, los países latinoamericanos también se han visto afectados por la crisis y van a necesitar apoyo financiero de fuera de la región. Mientras se restablecen los flujos de crédito e inversión privados que ahora están colapsados, el financiamiento externo que América Latina necesita para aliviar el impacto de la crisis tendrá que venir de organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y entes regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento.

Uno de los pocos resultados concretos de la reunión en Londres de 20 países ricos y pobres -el Grupo de los 20- será un aumento de los fondos para el FMI con el fin de que éste, a su vez, los preste a países en dificultades. Esta semana el FMI acaba de adoptar una nueva modalidad que le permite hacer aportaciones financieras muy rápidamente y sin condiciones demasiado exigentes a países en crisis. Y en esto radica la amenazadora conexión de los problemas de Europa con los de América Latina. La demanda de fondos para Europa no sólo será inmensa sino que los europeos compiten con ventaja dentro de los entes financieros internacionales que toman las decisiones de cuánto dinero darle a qué país, y cuándo. Los directorios del Banco Mundial y el FMI los integran 24 directores ejecutivos, y cada uno de ellos representa a un subgrupo de los 185 países dueños de estas instituciones. De los 24 directores (que son funcionarios nombrados por sus respectivos Gobiernos), ocho representan a Europa y tres a Latinoamérica. Saque usted la cuenta y adivine adónde irán a parar mayoritariamente los fondos de estas instituciones.

Afortunadamente, existe una alternativa: los entes financieros multilaterales de América Latina y en especial el BID. Este banco, cuyos accionistas son los Gobiernos del hemisferio occidental más algunos otros (España y China, por ejemplo) será una de las pocas fuentes de fondos que podrá compensar la injusta asimetría que existe en los órganos de dirección del Banco Mundial y el FMI. El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, se ha impuesto la audaz y nada fácil tarea de tratar de aumentar el capital del banco para así tener cómo hacer frente a las urgentes necesidades financieras de la región; una región que, salvo raras excepciones, en esta década no ha cometido los excesos e imprudencias de Europa o Estados Unidos.

Lograr el aumento del capital del BID es prioritario para América Latina, y para otros países que se verán afectados si la región se contagia del caos político europeo. Los obstáculos para lograr este aumento son muchos, y además el BID está lejos de ser una organización sin defectos. Pero un defecto que no tiene es un directorio sesgado en contra de América Latina.
mnaim@elpais.es
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El Pais - España/30/03/2009

Los desafíos frente al derrumbe

TEMAS DE DEBATE: LA CRISIS INTERNACIONAL Y EL ROL DEL G-20

Los especialistas analizan las perspectivas que se abren a partir del derrumbe del Muro de Wall Street. Asiain descree de una reforma dominada por el pensamiento ortodoxo y Silva Failde afirma que la clave pasa por el papel de Estados Unidos.
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Producción: Tomás Lukin
debate@pagina12.com.ar
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¿Vuelta al proteccionismo?
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Por Diego Silva Failde *
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La crisis internacional, que comenzó con el derrumbe del sistema financiero, ha llegado a la economía real. A lo largo de los últimos meses el mundo ha visto el derrumbe del precio de los bienes primarios y una contracción creciente en la actividad industrial, con fuertes presiones sobre el nivel de empleo. Tan solo en enero, en los Estados Unidos se perdieron 650.000 puestos de trabajo, aumentando su tasa de desocupación del 7,6 al 8,1 por ciento, en lo que ya se vislumbra como una tendencia preocupante. La crisis es global: Europa, Asia y América latina, por no decir el mundo entero, ven caer progresivamente sus niveles de actividad y empleo.

Frente a este nuevo escenario, la reunión próxima del G-20 en Londres será un encuentro clave entre los principales países del mundo, con el objeto de tratar de coordinar políticas globales contra la crisis. No obstante, los gobiernos de todo el planeta ya han comenzado a implementar medidas de diversa índole para preservar sus economías. Y una vieja palabra, que desde hace casi treinta años que se había vuelto tabú, comienza a resonar en los planes de salvataje de las principales economías del mundo: “proteccionismo”.

Luego de décadas de impulsar el libre comercio a través de la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial y el FMI, el gobierno norteamericano discute hoy una polémica cláusula en el plan de salvataje, conocida como “Buy American” (“compre nacional”). Esta cláusula obligaría a que el acero utilizado en las obras públicas de los Estados Unidos sea producido dentro de las fronteras de dicho país. Medidas similares están siendo analizadas con la intención de garantizar que los gastos gubernamentales se dirijan a empresas norteamericanas, ya sea en la compra de productos sencillos como uniformes o en bienes tecnológicamente complejos. El debate y la polémica están abiertos.

Teóricamente, la principal razón para aplicar medidas proteccionistas es asegurar que la demanda gubernamental estimule efectivamente la producción local, en el marco de una crisis de demanda en la cual la baja de la tasa de interés ha demostrado ser insuficiente. El problema es que, en el marco de la globalización, cada vez son menos los bienes que se producen dentro de los Estados Unidos. Meses atrás, Marc Faber –un famoso analista de Wall Street– decía: “El gobierno federal está enviándonos a cada uno 600 dólares de reembolso fiscal. Si gastamos ese dinero en Wal-Mart, el dinero irá a China. Si lo gastamos en gasolina irá para los árabes. Si compramos hardware o software, a India. Si compramos frutas y vegetales, irá a México, Honduras y Guatemala. Si compramos un buen auto, irá a Alemania. Y si compramos porquerías inservibles irá a Taiwan, y en ningún caso ayudará a la economía norteamericana. El único modo de mantener este dinero en casa es gastarlo en prostitutas y cerveza, puesto que son los únicos productos que aún se producen en los Estados Unidos. Yo he estado haciendo mi aporte”. Con tono irónico, Faber sintetiza en una frase los límites de la política fiscal en el marco de economías abiertas y globalizadas, donde el multiplicador del gasto público se diluye parcialmente en importaciones, estimulando a terceros países. En estas condiciones, la efectividad del impulso fiscal pareciera estar en una encrucijada: o bien se lleva adelante algún tipo de coordinación internacional de políticas, tal como pretende plantear Washington en el G-20, procurando que países como China den un giro hacia un mayor nivel de consumo y que la Unión Europea realiza políticas fiscales más agresivas, o bien el monto de gasto público de los Estados Unidos deberá ser realmente enorme en el marco de una economía abierta. Resta, obviamente, una tercera opción: elevado gasto público y “Buy American”.

Si bien las medidas proteccionistas han aflorado en diversas naciones, como bien puede observarse localmente en las recientes disputas comerciales entre Argentina y Brasil, la posición que tome Estados Unidos marcará el escenario mundial futuro. En 1929, para hacer frente a la crisis norteamericana, dos políticos republicanos –Willis Hawley y Reed Smoot– impulsaron una fuerte suba en los aranceles de dicho país, dando lugar a una oleada de medidas similares a lo largo del globo. El resultado fue una caída abrupta del comercio internacional, que se mantuvo vigente hasta mediados de la década del setenta, cuando una nueva crisis generó otra modificación del sistema mundial y una vuelta atrás con el proteccionismo.

La crisis internacional se ha profundizado en estos meses, y ya nadie duda de que estemos en tiempos de cambio. No sabemos cómo será el escenario futuro, pero una cosa es clara: independientemente de los acuerdos logrados en la reunión del G-20, la decisión que tomen los Estados Unidos –como primera potencia mundial– respecto del nivel de proteccionismo fijará parte de las nuevas reglas del juego.
* Economista, miembro de AEDA.
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Los límites de la reforma
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Por Andrés Asiain *
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Las medidas anticrisis tomadas por los gobiernos de las potencias mundiales en los últimos tiempos ponen al desnudo las fuertes asimetrías que existen en el orden financiero global. Multibillonarios paquetes de rescate son lanzados a la circulación en los países del Centro. Por el contrario, los bancos centrales de la periferia se ven obligados, en pleno comienzo de la recesión, a incrementar sus tasas de interés para evitar la fuga de sus capitales hacia el norte. Lo paradójico es que la crisis se inició en pleno sistema financiero de Estados Unidos y no en los mercados emergentes.

La explicación de este comportamiento, a primera vista incomprensible, se encuentra en el papel que ocupa la moneda de las grandes potencias en el sistema financiero mundial. Un sencillo ejemplo basta para entender la diferencia cualitativa existente entre un dólar y un peso argentino, ¿alguien se imagina a algún norteamericano guardando pesos bajo el colchón?

La capacidad de emitir la moneda mundial no es un atributo que se a adquiere fácilmente. Estados Unidos lo logró aprovechando el estado de destrucción en que se encontraba Europa tras la Segunda Guerra Mundial. La supremacía del dólar fue aceptada por las otras potencias occidentales en Bretton Woods. Más tarde, cuando esos acuerdos sean cuestionados, se mantendrán por la fuerza del mercado. El de-sarrollo de los mercados financieros desregulados impondrá, de hecho, lo que los acuerdos anteriores otorgaban como derecho.

Este papel privilegiado le permite a Estados Unidos financiar su expansión militar y económica a lo largo del globo pagando en su propia moneda. También le posibilita realizar política fiscal y monetaria sin importarle sus consecuencias en términos de déficit fiscal o externo, como lo muestran las actuales medidas anticrisis.

Veamos, en cambio, la situación de la periferia en la actual crisis global. El crédito internacional se encuentra paralizado. Esto no es muy preocupante para países como la Argentina que hace tiempo no accede a los mercados financieros externos. Si es grave para otras economías, como las de Europa del Este, que han financiado su expansión mediante inversiones extranjeras. La repentina reversión del flujo de capitales desvaloriza sus monedas y vuelve impagables sus deudas externas fijadas en divisas.

Para países como el nuestro el canal de transmisión de la crisis es la caída de las exportaciones. El menor nivel de actividad de la economía mundial y el derrumbe del precio de los commodities reducen los dólares que ingresan por las ventas externas y ponen tensión sobre el valor del tipo de cambio. Las expectativas de devaluación incentivan la salida de capitales aumentando la presión a la desvalorización de la moneda local. Ante ello el Banco Central aumenta las tasas de interés enfriando la economía pese a los síntomas de comienzo de una recesión.

En este momento, los países miembros del G-20 se encuentran discutiendo la reforma del sistema financiero internacional. El papel privilegiado del dólar difícilmente sea afectado. Alguna concesión de poder a China en los organismos internacionales, un incremento en los préstamos a los emergentes con sound policy y cierta mejora en la regulación de los movimientos internacionales del capital, son las medidas que probablemente saldrán de esa reunión. Los países de la periferia no obtendrán allí las soluciones a los problemas urgentes que plantea el estallido de la crisis. En nuestro caso, en lugar de poner las esperanzas en la reforma del sistema financiero internacional, debemos comenzar por reformar el argentino. Vale recordar que, pese al paso adelante que significa la estatización de las AFJP, la apertura de la cuenta de capitales continúa condicionando la capacidad de generar crédito. Si pretendemos enfrentar la crisis internacional tenemos que recuperar el control de nuestra política monetaria. Sólo así podremos financiar las políticas de demanda efectiva necesarias para reactivar la economía sin la amenaza desestabilizadora de la fuga de capitales.

Para aquellos que, por el contrario, piensan que la solución se encuentra en la reinserción en los mercados financieros internacionales reformados, va esta cita de Keynes (que algo sabía de las crisis económicas): “El papel desempeñado por los economistas ortodoxos, cuyo sentido común ha sido insuficiente para equilibrar su deficiente lógica, ha sido desastroso en todos sus detalles; porque cuando, en su ciega lucha por encontrar una puerta de escape, algunos países se han sacudido las obligaciones que hacían imposible una tasa de interés autónoma, estos economistas han enseñado que una restauración de los antiguos grilletes es un primer paso necesario para la recuperación general”.
* CNE Arturo Jauretche.

Página/12 Web - Argentina/30/03/2009

29/3/09

Aniversario en la neblina

Por Juan Gelman
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El 24 de marzo se cumplió una década de la intervención de la OTAN y EE.UU. en la antigua Yugoslavia: 11 semanas de bombardeos implacables que dejaron un saldo de 2500 civiles muertos y numerosos heridos (
www.news.bbc.co.uk, 24-3-09). La justificación de esta violación de la soberanía yugoslava: el genocidio de la minoría kosovar-albanesa de Serbia a manos del ejército y la policía del gobierno y la obligación moral de ponerle fin. William Cohen, entonces jefe del Pentágono de Clinton, habló de 100.000 asesinados como consecuencia de esa “limpieza étnica” (The Washington Post, 16-5-99), Hillary Clinton prácticamente obligó a su marido a participar en el ataque y hasta Susan Sontag sumó su voz a la de los neoconservadores: “Es complicado, pero no tan complicado. Existe algo que se llama guerra justa” (The New York Times Review, 2-5-99).

Todo avanza con el tiempo, pero el tiempo –en este caso– fue haciendo retroceder la cifra a 50.000 víctimas primero, a 25.000 después, luego a 15.000, para estacionarse finalmente en menos de 8000 civiles y miembros de las fuerzas de seguridad. Esto es repudiable, pero no alcanza la categoría de genocidio. La máquina de desinformación fue poderosa y hay quienes creen todavía que lo hubo. Pasó lo mismo con las presuntas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein: bajo el manto de esa mentira, EE.UU. invadió Irak y es incontable la cifra de civiles iraquíes que han pasado a mejor vida desde entonces.

Las grandes potencias se dan “el lujo” de invadir a las otras con débiles pretextos aplicando el famoso principio que Hitler explicó en el capítulo 10 de Mein Kampf: “En una mentira grande siempre hay una cierta fuerza de credibilidad, porque tocando los estratos profundos de la naturaleza emocional de las masas, se las corrompe más fácilmente que por la vía consciente o voluntaria; así, vista la simpleza primitiva de sus mentes, se convierten con rapidez en víctimas de una gran mentira, más que de una pequeña... Nunca les pasará por la cabeza el fabricar mentiras colosales y no creerán que otros puedan tener la impudicia de distorsionar la verdad de manera tan vil”. Goebbels adensó el concepto: “La verdad es el mayor enemigo del Estado”.

Lincoln dijo alguna vez que se puede engañar a un pueblo por un tiempo, pero no a todo un pueblo todo el tiempo. Hay, sin duda, conciencia de esta sí que verdad y las injerencias militares en países extranjeros se abrigan hoy con un lenguaje que haría las delicias de George Orwell: se convirtieron en “el derecho a la intervención humanitaria”. En el 2005, la 60ª Asamblea General de las Naciones Unidas aclamó la moción canadiense de crear la Comisión Internacional sobre la Intervención y la Soberanía del Estado (Iciss, por sus siglas en inglés) que estableció la doctrina de “la responsabilidad de proteger”, asentada en el principio de que los Estados soberanos “tienen la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos de catástrofes evitables, pero cuando no pueden o no quieren hacerlo, la responsabilidad debe trasladarse a la amplia comunidad de los Estados” (
www.iciss.ca).

El viejo colonialismo era más franco: iba directamente al grano, es decir, al oro y la plata, a las especias, a la captura de esclavos. Se asiste a otro retroceso de la posmodernidad.

La llamada obligación moral de proteger a pueblos desamparados cobijó el desmembramiento de Serbia, la creación del protectorado de Kosovo y finalmente su independencia en el 2008. Quienes criticaron esas decisiones fueron acusados de preocuparse por las “minucias legales” de la soberanía de los Estados más que por el sufrimiento humano. Rusia aprendió sin demoras la lección impartida por Occidente: poco después, reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, territorios reclamados por Georgia, y calificó este hecho de intervención humanitaria para frenar la campaña de limpieza étnica orquestada por el gobierno de Tiflis. La hipocresía de las grandes potencias macula la bandera de los derechos humanos.

Los medios y gobiernos occidentales presentaron al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) –que el Departamento de Estado había antes incluido en su lista de grupos terroristas– como una respetable organización nacionalista que defendía y defiende los derechos de los kosovar-albaneses. Diez años después, el tráfico de drogas y la trata de blancas aparecen irremisiblemente cuando se habla de Kosovo. El crimen organizado ha financiado y financia al ELK con la aprobación de EE.UU. y aliados: en los archivos policiales de media Europa hay constancia de los lazos del ELK con los sindicatos narcos de Albania, Turquía y de la Unión Europea (The Times, 24-3-99), otra de las redes que la CIA utiliza para reunir fondos destinados a sus operaciones encubiertas. ¿Será ésta la moral subyacente del muy moral “derecho a la intervención humanitaria”?
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Página/12 Web - Argentina/29/03/2009

LA HORA DEL ESTADO

LOS PAISES “PROGRESISTAS” CERRARON AYER SU REUNION EN VIÑA DEL MAR CON UN DOCUMENTO COMUN
La Cumbre de Lideres Progresistas frente a la reunion del G-20:
Argentina, Brasil, Chile, España, Estados Unidos, Gran Bretaña, Noruega y Uruguay coincidieron en la necesidad de reformar el FMI, impulsar créditos para fortalecer el comercio internacional y destacar el rol regulador del Estado porque “los mercados se autodestruyen”

Noruega, Brasil, Gran Bretaña, Chile, Estados Unidos, Argentina, España y Uruguay en la costa chilena.
Un buen ensayo para la cumbre del G-20
Acordaron consensos para presentar ideas en la cumbre que empieza el jueves en Londres y discutieron conceptos como reactivar el crecimiento para evitar la “recesión social” y darles a los Estados un nuevo rol.
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Por Fernando Cibeira
Desde Viña del Mar
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Los líderes de países americanos y europeos reunidos en Chile para la Cumbre Progresista debatieron durante varias horas la posible salida a la crisis financiera y pudieron consensuar un documento con objetivos de cara a la reunión del G-20 del jueves que viene como, por ejemplo, apuntar a políticas que reanuden el crecimiento para evitar la “recesión social”, la reforma de los organismos internacionales y la regulación de las instituciones financieras. En su intervención, la presidenta Cristina Kirchner reclamó para esta etapa un rol más activo del Estado “para comenzar a dar soluciones a esas empresas que no encuentran financiamiento y a esos consumidores que no pueden pagar su hipoteca”.

Fueron dos jornadas de reuniones bilaterales y debates en los que todos parecían dar vueltas sobre lo mismo, con ligeros matices. Lo llamativo es que en ese grupo de coincidencia junto a los mandatarios latinoamericanos se encontraran el vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro británico, Gordon Brown. Cristina Kirchner marcó la presencia de Biden en el foro progresista como una muestra de la “situación de cambio inédito en el mundo”.

Y fue justamente Biden, en el cierre de las deliberaciones, quien atajó los ímpetus de sus colegas de debate. Lula, en un discurso encendido que generó varios aplausos en la platea de funcionarios e invitados especiales, había dejado claro que allí podían discutir en el mismo plano sus proposiciones pero que había entre ellos quienes tenían mayores posibilidades de llevarlas a la práctica y mencionó por sus nombres a Biden, Brown, al español José Luis Rodríguez Zapatero y al primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, tal vez por ser europeo.

No es habitual en los países desarrollados que un presidente se despegue abiertamente de lo hecho por su antecesor. Sin embargo, Biden subrayó que junto a Barack Obama habían resuelto llegar a la Casa Blanca porque no estaban de acuerdo con lo que desde allí se hacía, en referencia a George Bush. “Algunos de ustedes dan a entender que somos los responsables de la crisis. Sabemos que compartimos una responsabilidad”, aceptó. Pero luego de marcar su voluntad de cambio, pidió “un poco de paciencia para hacer todo lo que podamos hacer”. El norteamericano aseguró que en Washington no se veían como los dueños de la solución y que tenían “un enfoque colaborativo, de diálogo”.

Para terminar, retomó algo que había dicho “nuestra amiga de Argentina”. Al igual que en la reunión con Gordon Brown, Cristina Kirchner dedicó un buen tramo de su intervención a reclamar la reforma de los organismos internacionales pero también que las disposiciones de esos organismos sean cumplidas por todos. “Un mundo sin reglas es muy malo, pero un mundo donde las reglas solamente son cumplidas por los que no tienen fuerzas para oponerse a ellas y son violadas por los que pueden hacerlo, porque la relación de fuerzas así lo permite, también es un problema”, lanzó. La Presidenta mencionó el caso del país que “si no cumple la resolución de Naciones Unidas es invadido por fuerzas conjuntas o no conjuntas, cuando se rompió, por ejemplo, el multilateralismo en Irak”.

Biden, que estaba sentado al lado de la Presidenta, dio una vuelta de tuerca sobre el asunto. Dijo que también cuando las Naciones Unidas toman una determinación, “sea en Irán o en algún otro país del mundo”, los demás países formen parte de la sanción. “Cuando haya una infracción necesitamos que todos cumplan esa regla”, remarcó. Zumbón, Biden marcó también que la nueva disposición del gobierno de Obama al diálogo y a las soluciones compartidas significaba también responsabilidades compartidas. “Ya no pueden utilizar al último gobierno de pretexto”, les aclaró.

Progress Inc.

La idea de la cumbre progresista la tuvieron Tony Blair y Bill Clinton allá por 1999 cuando ambos estaban entusiasmados en liderar algo así como la centroizquierda mundial a la que por entonces denominaron “Tercera Vía”, como un trabajo del británico Anthony Giddens. El laborismo inglés siguió en el poder desde entonces y se preocupó en mantener vivo el foro. Néstor Kirchner participó del encuentro en 2003, en Londres, a poco de ganar las elecciones. Esta fue la primera vez que se hizo en América latina. El ámbito, no muy centroizquierdista, fue el lujoso Hotel Sheraton Miramar, en Viña, cuya moderna construcción aparenta un barco que se mete en el Océano Pacífico. Sus terrazas al mar son espectaculares.

No fueron muchos los participantes. Biden, Brown, Rodríguez Zapatero, Lula, Cristina Kirchner, Tabaré Vázquez y la anfitriona Michelle Bachelet. Alcanzaba una mesa redonda para contenerlos a todos y a algunos representantes de organismos internacionales como José Miguel Insulza, secretario general de la OEA. Desde la cena del jueves a la noche hasta el cierre de ayer poco después del mediodía, los mandatarios intercambiaron opiniones que hicieron eje sobre las mismas cuestiones. “Charlábamos anoche que tal vez algunos piensen que puede haber una colisión entre el restablecimiento del crédito y no la demanda global y yo creo que debe darse en un frente amplio en donde no solamente se aborde el restablecimiento del crédito, sino que también se atienda el estímulo a la demanda global que es clave para volver a articular la rueda económica”, comentó durante su intervención Cristina Kirchner. Remarcó la importancia de darle un rol preponderante al Estado, algo que, dijo, “a algunos les eriza la piel”. “El Estado tiene que cumplir un rol aún más activo que el que normalmente le asignábamos los progresistas. Porque estamos en una situación inédita de crisis donde el mercado, conocido como el gran asignador de recursos, está nocaut, le están contando y van por el número nueve”, comentó. La Presidenta comparó la crisis económica mundial con la que sufrió el país en 2001. “Esto nos da una expertise que no nos gustaría tener pero lo cierto es que durante la década del ’90 nuestro país era presentado como un ejemplo a seguir en todas las asambleas, por ejemplo, en la del FMI”, indicó.

En la delegación argentina estaban contentos porque veían cómo había girado el discurso de los países desarrollados, aunque fue a costa de la profundización de la crisis. “En la Cumbre del

G-20 de noviembre pasado se firmaron cosas con las que no coincidíamos. Hoy, estamos todos más en línea. Las cosas que planteábamos entonces se pusieron en el centro de la discusión”, sostenía un integrante de la comitiva. Uno de esos puntos, que se le otorguen recursos a las instituciones financieras internacionales para que puedan dar ayuda a los países emergentes, figuró en la declaración final que leyó Bachelet.
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Por Fernando Cibeira
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Página/12 Web - Argentina/29/03/2009

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ESCARBANDO en LQ somos.

De Iglesia, abortos, linces y condones
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Queda claro que a la Iglesia Oficial de este País el aborto es un asunto que no le gusta nada. ¿Será porque por cada ciudadano bautizado al catolicismo reciben una suma de dinero anual por parte del Estado y entorpecen hasta la exasperación del demandante las solicitudes de apostasía? No, seguro que no es por eso, que no quiero ser yo un malpensado, un anticlerical lleno de resentimiento hacia la Conferencia Episcopal, que la cosa va a ser porque defienden la vida. ¿La de todos?, claro que sí, la de todos... aquellos que hayan fornicado con la única intención de procrear y por supuesto, sin utilizar profiláctico, que con la goma saltan las alarmas en el arco detector de la entrada al Reino de los Cielos; tener antecedentes en el uso del preservativo es una condena segura el día del Juicio Final.

Decía que la intención de esta agresiva campaña presentada por el portavoz de los obispos españoles José Antonio Martínez Camino, es que ninguna vida se vea malograda por la intervención humana independientemente de la fase en que se encuentre, y esa negativa a la interrupción del embarazo incluye para estos hombres que rozan la santidad el que la madre corra peligro de muerte o que el feto presente graves anomalías, y si no que se lo pregunten a los médicos brasileños y a la niña cuyo aborto llevaron a cabo para salvarle la vida después de haber sido violada por su padrastro, todos ellos han sido excomulgados; al parecer la Iglesia Católica prefiere a la chica muerta pero virtuosa antes que transgresora de la ley de la Curia Romana. Y si el motivo del deceso es el SIDA, a asumirlo con resignación y sobre todo con arrepentimiento, y si no haberlo pensado antes de pecar, que la promiscuidad en la coyunda no sólo aporta inmunodeficiencia en el sistema defensivo del organismo, también debilita el alma y eso es mucho más grave para estos pastores espirituales.

Hace años las consecuencias del desenfreno sexual eran granillos para los onanistas, acáso ceguera para los recalcitrantes y un muestrario de venéreas para quien tuviese hábitos de conejo en el apareamiento; en vista de que todas aquellas amenazas, tanto las reales como las de Catecismo, no han sido suficientes para reducir a la humanidad a una castidad sólo quebrantada con fines procreadores de ámbito monógamo, una maldición en forma de enfermedad mortal se ha convertido en el mejor aliado de la doctrina católica: el SIDA, una dolencia que a pesar de su virulencia se podría evitar en la mayor parte de los casos con el uso de un simple condón, pero ya ha dicho el Jefe del Sr. Rouco que tal precaución es algo inadmisible, no es un sistema de prevención, sinó que es el demonio transformado en látex y que se vende en cajitas de diferentes tamaños, sabores y colores en los lavabos de las discotecas y en las farmacias, así que no voy a ser yo quien le discuta al Delegado Celestial en este Planeta de ayuntadores.

Luego tenemos lo de la cuestión del lince y me tranquiliza en gran medida que hayan manifestado su preocupación por la defensa de los animales, aunque en el fondo no sé yo si no habrán escogido a esta especie con la aviesa intención de denostarla, sabiendo que el felino tiene la fea costumbre de copular unas cuarenta veces al día, vamos, como el Sr. Sánchez Dragó, sólo que este último todavía dispone de tiempo para presentar informativos imparciales. Claro, que surge en mí la incertidumbre y es que a falta de fe que me abotargue la razón tengo mis dudas y me hago preguntas. Si realmente y como afirman les inquieta el bienestar de los seres irracionales, ¿por qué no han escogido para el cartelito la imagen de un toro?, ¿tal vez porque apoyan y hasta promocionan la tauromaquia?. Yo les comprendo y no se trata de un agravio comparativo entre especies, que sus motivos tienen: el toro luce unos hermosos cuernos y ya se sabe que semejantes atributos son sinónimo de infidelidad, un pecado horrendo que merece la pena de muerte sin duda, así que para ejecutarla bienvenido sea un ruedo y un matador, sobre todo si antes ha pasado por la capilla de la plaza para contar con la bendición de la Iglesia a la que tanto le preocupa el bienestar de los animales.

Cuánta admiración siento por los Padres de una Religión que abomina del aborto. Luego vendrán algunos irredentos diciendo que si tan pronto en su seno algunos niegan el holocausto, como que silencian los casos de pedofilia entre sus miembros, condenan el divorcio aún en parejas en las que la convivencia es imposible, dicen no a la eutanasia para enfermos incurables cuyo sufrimiento es insoportable, satanizan la libertad de elección sexual, cierran las parroquias dedicadas a asistir a drogadictos, prostitutas o indigentes, incluso cubren bajo palio al responsable de cientos de miles de muertes y apoyan a dictadores. Pero todo eso son bagatelas morales, lo único que cuenta es que la Iglesia Oficial es poseedora por mandato divino del pleno derecho y hasta del deber de inmiscuirse en nuestras vidas y de recibir dinero incluso de aquellos que no somos creyentes. Y el Estado, aconfesional por cierto, calla y otorga. Todo diezmo moderno se hace poco para un negocio cuyos trapos sucios en el Banco Ambrosiano y en la Banca Vaticana que tal vez, sólo tal vez, le costaron la vida al efímero Juan Pablo I, no parecen ser suficientes para mantener el boato de tan sacrosanta multinacional.

Me hago una pregunta para terminar, ¿qué pasaría si todos los bienes de la Iglesia se vendiesen y del dinero obtenido, sumado a todas las subvenciones que recibe, se emplease una parte en ayudar económicamente a las madres solteras o sin recursos?, ¿disminuiría el número de abortos?. Ya lo sé, esto que digo es pura demagogia, no como afirmar que Dios existe, que es Uno y Trino a la vez o que el Papa es infalible, cuestiones todas ellas sustentadas en la razón más indiscutible: el dogma de fe.
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LQSomos. Pilar Izquierdo & Julio Ortega. Marzo de 2009
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LQSomos/28/03/2009

EL VICEPRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS, JOE BIDEN, SE REUNIO CON CRISTINA KIRCHNER EN LA CUMBRE PROGRESISTA

“Los ricos no van a salvar a los pobres”
Marcando distancia con el gobierno de George Bush, el vice de Obama le dijo a la Presidenta argentina que están dispuestos a dialogar sobre todos los temas. La reformulación del sistema financiero internacional es un punto a debatir en la Cumbre del G-20.
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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el vice de los Estados Unidos, Joe Biden.
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Por Fernando Cibeira
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Desde Viña del Mar
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“No estamos de acuerdo con las políticas del pasado, estamos dispuestos a dialogar”, le explicó el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden a la presidenta Cristina Kirchner durante la entrevista de casi una hora que mantuvieron ayer en Viña del Mar. La referencia a la vuelta de hoja que pretende la administración de Barack Obama respecto de lo que fue la de George Bush abarcaba la relación bilateral, el vínculo con la región y hasta el papel norteamericano en el mundo. Cristina Kirchner y Biden coincidieron en la necesidad de acordar posiciones respecto a la próxima Cumbre del G-20 que apunten a reformular el sistema financiero de manera que los países emergentes –como Argentina– tengan voz y voto. “No podemos tener éxito si ustedes no lo tienen, contamos con ustedes para salir de la crisis”, le aseguró Biden.

Fue la primera actividad de la Presidenta en el marco de la Cumbre Progresista que arrancó anoche y que cerrará hoy pasado el mediodía. El encuentro se atrasó unos minutos porque Biden se había reunido con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, pero la espera luego la compensó porque la charla con Cristina Kirchner se prolongó hasta que llegó la hora de partir hacia la cena oficial que Michelle Bachelet ofreció en el palacio del Cerro Castillo. Quedaron en sentarse a la misma mesa así podían seguir conversando.

Es que la posición de Biden es coincidente con la que viene exhibiendo el gobierno argentino a propósito de la crisis. Por ejemplo, el vicepresidente norteamericano enterró la teoría del derrame.

“Los ricos no van a salvar a los pobres”, definió, y explicó que el éxito de la economía debía medirse según el crecimiento de la clase media y de la clase trabajadora. “Hay que hacer crecer la demanda global”, fue otra de las definiciones de Biden como propuesta para salir del atolladero económico. En ese momento la Presidenta lo interrumpió: “Pero vemos que hay proteccionismo”. El norteamericano lo reconoció. “Es cierto, tenemos que evitar que Estados Unidos caiga en el proteccionismo, pero tenemos nuestras presiones”, respondió.

El encuentro se realizó en el Hotel Sheraton Miramar, sede de la cumbre, en las playas de Viña del Mar. El moderno edificio lució hipercustodiado por los carabineros pero, a diferencia de otras cumbres presidenciales, no consideraron necesario cortar el tránsito sobre la avenida costera. Del lado argentino, junto a la Presidenta se sentaron el canciller Jorge Taiana, el embajador en Estados Unidos, Héctor Timerman, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Por los norteamericanos estuvo Dan Restrepo, el principal asesor de Obama en la política exterior para América latina.

Cuba y el mundo

No fue el primer encuentro entre Cristina Kirchner y Biden. Se habían visto en 2004, cuando la entonces senadora Kirchner viajó a Boston para participar de la Convención del Partido Demócrata que lanzó la candidatura de John Kerry. Biden fue durante décadas el principal referente de política exterior de los demócratas en el Parlamento, así que conoce prácticamente a todos.

Ayer, Taiana y Timerman hicieron de voceros luego de la reunión y de sus palabras no quedó claro si se había hablado de casos específicos de la región que preocupan a Estados Unidos como Cuba y Venezuela. Lo que sí, subrayaron fue que Biden adelantó que Barack Obama participará de la Cumbre de las Américas que se realizará a mediados de abril en Trinidad y Tobago dispuesto a hablar “de todos los temas”. Esta apertura, implícitamente, significa que aceptará analizar el embargo a Cuba, que ya mereció el rechazo de los países de la región en una cumbre realizada el año pasado en Brasilia.

Con todo, la conversación volvió siempre al eje de la crisis y sus posibles salidas, leitmotiv de la convocatoria a estas playas. Entre los países que discuten el tema se viene generando una división entre los que priorizan las regulaciones del sistema y los que se vuelcan de lleno al estímulo de la demanda. Ayer, Biden y Cristina Kirchner coincidieron en que una cosa no contradecía la otra y lo que debía buscarse era que ambas iniciativas se pusieran en marcha en conjunto.

“Usted ha trabajado mucho en la reforma del sistema financiero”, le dijo Biden a Cristina Kirchner. Agregó que, por eso, iba a ser útil escuchar su propuesta durante la Cumbre del G-20, la semana que viene en Londres. Las modificaciones que viene pidiendo la Casa Rosada son una democratización de la conducción de los organismos internacionales y el otorgamiento de créditos sin los condicionamientos que habitualmente traía atados, tan afines a la ideología de un Consenso de Washington del que ya hasta su creador reniega.

Biden viajó hasta el sur del continente con un discurso bastante parecido. Fue el primer encuentro de la Presidenta con un funcionario de la nueva gestión en la Casa Blanca. Al igual que durante la conversación telefónica que mantuvo con el propio Obama, la actitud fue la de dejar atrás los últimos tropiezos de la relación bilateral y buscar las coincidencias. Así, lo que vienen escuchando los funcionarios argentinos en los últimos días es todo lo que siempre quisieron escuchar en Washington. La mirada de la Casa Blanca ahora es más global y se interesa por cuestiones como la inclusión y el crecimiento, no sólo por la seguridad y los acuerdos de libre comercio. El tema es si se puede creerles. “Crédito tienen, porque a éstos los escuchás hablar y parecen de ultraizquierda al lado de lo que eran los de Bush”, resumía un funcionario argentino que participó de la reunión.
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Por Fernando Cibeira
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Página/12 Web - Argentina/28/03/2009

Madoff o la telaraña de Dios

28/03/2009
Opinión
Tomás Eloy Martínez
La Nación

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En Nueva York, el rabino David Gaffner dice: "El Talmud establece una distinción clara entre un ladrón y un asaltante. El asaltante se presenta con un arma y atraca. En cambio, el ladrón se introduce furtivamente en la casa de un semejante para robarle. Según la mentalidad judía, el ladrón es más despreciable, porque con su sigilo pretende engañar a Dios".

La estafa de Bernard Madoff, que hasta el momento trepa a 64.800 millones de dólares y es la mayor que haya perpetrado una sola persona, resulta tan escurridiza que el desafío metafísico es una explicación como cualquier otra. Muchos prefieren la alternativa más morbosa de la patología: el título que The New York Times eligió para su perfil del personaje evocaba el primer libro de la serie de Ripley, de Patricia Highsmith, El talentoso señor Madoff.

En todos los medios abundan expertos que advierten los rasgos propios de los psicópatas en la sonrisa neutra con que el detenido elude las cámaras y también en la monótona insensibilidad con que agradeció ante el juez la oportunidad de enfrentar sus crímenes: la habilidad para manipular y engañar sin sentir remordimiento, un narcisismo que los hace creer con derecho a todo.

Por último, la básica opción de la avaricia también ha ganado un lugar en la opinión pública: el hombre que de sus modestos orígenes en el barrio de Queens, donde pagaba 87 dólares de alquiler por su primer departamento de dos ambientes con su esposa Ruth, terminó por ser dueño de un penthouse en el privilegiado Upper East Side de Manhattan, de un yate que navegaba de un lado a otro en la Riviera francesa, de parte de dos jets privados y una mansión en Palm Beach, Miami, en cuyo Country Club (350.000 dólares de cuota de ingreso) reclutó a una buena porción de sus víctimas.

Por un camino o por otro, se llega a la idea predominante de que Madoff se sentía Dios. El terror que sus manías obsesivas causaban a sus empleados es materia de leyenda, como su ascenso desde una juventud de estudiante de Derecho e instalador de sistemas de riego para jardines a la plateada madurez de asesor financiero codiciado entre los ricos. Se jactaba de no buscar clientes, sino de rechazarlos, imponiéndoles un monto mínimo de inversión y negándose a explicar cómo hacía para que, aun en un mercado volátil, sus rendimientos se ubicaran entre el 8 y el 12 por ciento anual. Madoff creía que, como un dios, controlaba los destinos de sus cinco mil clientes.

Y eso era lo que hacía. Les creó un espejismo de riqueza babilónica y una mañana los despertó en el infierno. Su caída ha causado hasta el momento dos suicidios sobresalientes: el del aristócrata René Thierry Magon de la Villehuchet, que había invertido con él 1500 millones propios y de sus amigos, y el del plebeyo jubilado William Foxton, que dejó al cuidado de Madoff los ahorros de sus magros salarios, con cuyos intereses mensuales contaba para vivir. Muchas organizaciones filantrópicas han debido cerrar sus puertas y hasta la Fundación para la Humanidad de Elie Wiesel, cuyos 15 millones administraba Bernard Madoff Investment Securities, se salvó por una ola de solidaridad que repuso el vacío. "No creo que otro enemigo haya producido tanto daño en la colectividad judía de los Estados Unidos como este canalla entre canallas", dijo Wiesel, en alusión a que buena parte de la clientela de Madoff estaba relacionada con las fundaciones benéficas judías -gente como Carl Shapiro o Steven Spielberg-, y con los ricos de la colectividad de Nueva York y Miami.

Al gran historiador Simon Schama le incomoda que se identifique a Madoff como judío, cuando nadie caracteriza como católico a Carlo Ponzi, el estafador italiano de comienzos del siglo XX, cuya famosa pirámide para multiplicar dinero vacío fue el artificio que inspiró a Madoff. Todas sus víctimas pertenecían a la colonia italiana más devota de Boston. Les infundió una confianza ciega en 1920 y pocos meses después las dejó en la miseria.

El ardid de Ponzi era tan simple como el propio Ponzi, un inmigrante que lavaba platos en Canadá, donde cayó preso por falsificar la firma en un cheque, y luego le escribió a su mamma que se quedaría algún tiempo en Quebec porque había conseguido empleo como asistente del director de una cárcel. En su delirante imaginación, Ponzi creyó que podía dar el gran salto de pobre a millonario gracias a una idea que lo reveló como un genio ante sí mismo: acumular sellos postales internacionales que costaban nada en las monedas europeas devaluadas tras la Gran Guerra y venderlos luego en la próspera América. Sus fotografías en la prensa reflejaban una convincente respetabilidad: traje con chaleco, sombrero de fieltro y bastón de puño dorado. Cuando el volumen de dólares que le confiaron superó abrumadoramente el valor de los sellos postales circulantes, se supo que Ponzi había comenzado a pagarles a los viejos inversores con el dinero de los nuevos. El esquema de la pirámide acababa de nacer.

A diferencia de Ponzi, quien creyó hasta la muerte que su idea era la madre de un negocio casi perfecto, que había fracasado sólo por la falla de un engranaje menor, Madoff supo siempre que su fondo de inversión era un colosal engaño, pero estaba convencido de que, cuanto más redoblara la apuesta, más seguros se iban a sentir los inversores. Estaba creando, como alguna vez les dijo a sus contertulios de Miami, "una telaraña mejor que la de Dios".

Cuando Ronald Reagan llegó a la presidencia, en 1981, Madoff llevaba veinte años construyéndose una reputación en Wall Street y adulando en Washington a las autoridades reguladoras del mundo financiero. Echó entonces por la borda una carrera que los banqueros respetaban y comenzó su plan de defraudación. Dejó de comprar y vender valores para ganar la diferencia y, bajo la inspiración de Ponzi, cumplió sus promesas de alto interés anual pagando a los viejos inversores con fondos de inversores frescos. Su estatura se agigantó en una década y la bolsa electrónica, Nasdaq, lo recibió con orgullo como director. Hasta entonces, Madoff era el único que se dormía sabiendo que en cualquier momento la pirámide iba a derrumbarse. Sólo ignoraba si estaría vivo cuando sucediera. Eso cambió en algún momento del año 2000.

El autor del inminente primer libro sobre Madoff, Harry Markopolos, trabajaba entonces como broker y sus jefes le recomendaron imitar al genio que se llevaba los mejores clientes. Markopolos estudió la contabilidad pública de aquel triunfador y descubrió dos cosas: que en el índice internacional de Standard & Poor´s no estaba disponible la cantidad de valores que Madoff decía comerciar (así como no había tantos sellos postales en los años de Ponzi) y que incluso dando por buena esa fantasía jamás se podía llegar al porcentaje de rendimiento que declaraba Madoff.

Desde ese momento Markopolos vivió para denunciar el fraude. En 2001 colaboró con el periodista económico Michael Ocrant (ahora coautor de su libro) en un informe para una publicación destinada a inversores, que no interesó a lector alguno. Cuatro años más tarde envió una denuncia de diecinueve páginas, con modelos matemáticos que probaban la estafa, a la Securities and Exchange Commission (SEC), la agencia que regula el mercado de valores.

Madoff había cultivado tan buenas relaciones con sus funcionarios que hasta su sobrina Shana, pieza fundamental de la trama, terminó casándose con uno. La denuncia de Markopolos fue arrojada a la basura al año siguiente, cuando una investigación recomendó que Bernard Madoff Investment Securities hiciera algunos cambios cosméticos.

Si no fuera porque otros efectos de la falta de regulación alumbraron la gran crisis financiera, quizá Markopolos habría seguido luchando en vano contra el viento mientras Madoff ordenaba nuevos trajes a Kilgour, la exclusiva sastrería de Savile Row, en Londres, y dejaba doscientos dólares en la barbería Everglades de Palm Beach por un corte de pelo, una afeitada y el arreglo de las uñas de pies y manos. Pero hizo el pánico que algunos clientes quisieran retirar 7000 millones de dólares y la pirámide se vino abajo en un suspiro. Presumiblemente para proteger a su familia -sus hijos, Mark y Andrew, que lo entregaron; su mujer, Ruth, ante todo; su hermano, Peter- Madoff se declaró culpable de once cargos que se pagan con 150 años de cárcel. Le costará acostumbrarse a no fumar un Davidoff cuando se le antoje. Aun después de que la justicia había congelado sus bienes, firmó cheques millonarios y distribuyó entre sus amigos los carísimos relojes que coleccionaba.

Tres meses después de que hayan empezado a revelarse los detalles de la estafa, la personalidad de Madoff sigue siendo insondable. ¿Cómo explicarlo sólo por una falta de escrúpulos sin límites, que ha destruido a su paso huérfanos, viudas, fondos de caridad, universidades, sueños de recién casados, vidas a medio camino? Lo que ha hecho Madoff podría compararse con un ciclón o con la explosión de mil volcanes, si él no lo hubiera encarado con humor.

En la fiesta de fin de año de su empresa, les deseó a sus empleados felicidad y prosperidad cuando ya sabía que iba a entregarse y que les había vaciado los ahorros. En esa carcajada trágica de Madoff sólo se puede leer lo que dice el rabino Gaffner: un desafío a Dios.

Creyéndose insuperable e intocable, tejió una telaraña con la que pudo arrinconar a la humanidad en el infierno y salir de allí sin quemarse.

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