6/4/09

Día de furia contra la OTAN en Francia

Los 60 años de la alianza
Hubo violentos disturbios en Estrasburgo
Pese al enorme operativo de seguridad, manifestantes chocaron con policías y quemaron un hotel; acuerdo por la guerra en Afganistán
Los bomberos intentan combatir el incencio de un hotel, causado por manifestantes en Estrasburgo
Foto: Reuters
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Luisa Corradini
Corresponsal en Francia
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PARIS.- En un clima de virtual guerra civil en la frontera franco-alemana, con enfrentamientos entre policías y manifestantes, incendios y heridos, ayer concluyó la cumbre de la OTAN con un acuerdo de compromiso para enviar sólo 5000 efectivos europeos suplementarios a Afganistán y el nombramiento del danés Anders Fogh Rasmussen como nuevo secretario general de la Alianza Atlántica.

Los esfuerzos desplegados para dar una imagen de serena unidad en el 60° aniversario de la alianza, que reunió a sus 28 miembros en las ciudades francesa de Estrasburgo y alemana de Kehl, parecen no haber sido suficientes. Los 150 millones de euros que gastaron los países anfitriones, Francia y Alemania, en un impresionante despliegue de seguridad, no consiguieron evitar los feroces enfrentamientos entre policías y unos 40.000 manifestantes anti-OTAN llegados de toda Europa. Uno de los grupos más agresivos fue el movimiento antiglobalización llamado Black Blocks.

El alcalde de Estrasburgo, Roland Ries, que se desplazó al lugar de los disturbios, en las afueras de la ciudad, calificó la situación de "dramática".

Más de 7000 manifestantes provenientes de Alemania fueron bloqueados por las autoridades en Kehl para evitar mayores incidentes en la localidad alsaciana, con lo que todo pudo haber sido incluso peor.

La violencia, que comenzó el jueves y continuó hasta bien entrada la noche de ayer, concluyó con una docena de heridos, centenares de detenidos, un hotel de la cadena Ibis y un antiguo puesto fronterizo totalmente destruidos por el fuego, saqueos y enfrentamientos con la policía.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, había advertido a la policía que no quería ver un solo signo de protesta en Estrasburgo durante los dos días de la cumbre. Pero las esposas de los jefes de Estado y de gobierno presentes en esa ciudad, incluidas Michelle Obama y Carla Bruni, tuvieron que cancelar su visita a un hospital, como estaba previsto, debido a la violencia callejera.

Tampoco alcanzaron la simpatía y la diplomacia desplegadas por el presidente Barack Obama para convencer a sus aliados europeos de hacer un mayor esfuerzo por Afganistán. Anteayer, el mandatario había advertido al Viejo Continente que "Estados Unidos no puede hacer solo" la guerra contra Al-Qaeda.

Como estaba previsto, sin embargo, los europeos aceptaron enviar sólo 5000 efectivos no combatientes suplementarios. De ese total, 3000 serán desplegados en forma temporaria durante las elecciones afganas de agosto. El resto tendrá como misión entrenar al ejército y a la policía afganos. Los europeos también prometieron unos 100 millones de dólares de fondos suplementarios. Alemania aportará 40 millones de esa cifra.

La persuasión y la habilidad diplomática de Obama surtieron efecto, por el contrario, para obtener la nominación de Rasmussen como nuevo secretario general de la OTAN. Tras dos días de tensas discusiones, a último momento se logró un consenso cuando Obama convenció a Turquía de poner fin a su tenaz oposición a la candidatura del premier danés. Los turcos lo acusan de haber "ultrajado" al mundo musulmán defendiendo a un diario danés que publicó caricaturas del profeta Mahoma en 2006.

Haciendo uso de esa energía tranquila que cautivó a Europa durante esta semana, Obama convenció al presidente turco, Abdullah Gul, y a su primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de levantar ese veto. El presidente norteamericano prometió a Ankara que uno de los adjuntos de Rasmussen será turco y que los militares de ese país tendrán un puesto en el comando integrado de la OTAN, según declaró Erdogan.

Rasmussen era el candidato ideal de norteamericanos y europeos para reemplazar al actual secretario general de la Alianza, el holandés Jaap de Hoop Scheffer. Ese político de centroderecha ha sido un aliado incondicional de Estados Unidos tanto en la guerra de Irak como en las operaciones de la OTAN. Como premier danés envió tropas a Afganistán, a Bosnia y a Kosovo.

Defensa colectiva
En la declaración común publicada al término de la reunión, los líderes de la OTAN acordaron definir un nuevo concepto estratégico. La defensa colectiva y la seguridad seguirán siendo el núcleo central del futuro concepto. Pero el Pacto Atlántico aspira a modernizar el que rige desde la época de la guerra fría y que ha dejado de reflejar sus prácticas actuales, en momentos en que enfrenta nuevas amenazas como el terrorismo.

La cumbre también manifestó su voluntad de cooperar con Rusia, "una gran potencia europea", dijo su vocero. Esa intención no significa, sin embargo, que la OTAN esté dispuesta a "hacer compromisos sobre sus principios fundamentales", advirtió.

Antes de la segunda sesión de trabajo, los 28 líderes participaron en una ceremonia simbólica de celebración del 60° aniversario de la alianza y un homenaje a los soldados que murieron en misiones de la OTAN.

Conducidos desde Kehl por la canciller Angela Merkel, el grupo cruzó el puente sobre el río Rin que une Alemania y Francia y caminó hacia Estrasburgo. Sarkozy los recibió en la mitad del puente.

Esa ceremonia también estuvo destinada a simbolizar el retorno de Francia al comando integrado de la organización 43 años después de haberse retirado, en 1966, por decisión del general Charles de Gaulle.

Al término de las celebraciones, Obama y su esposa volaron rumbo a Praga, donde el presidente se reunirá hoy con líderes europeos para analizar cuestiones estratégicas y nucleares (ver aparte).

Berlusconi dejó plantada a Merkel

KEHL (ANSA). Al llegar a la ciudad alemana de Baden Baden, el premier italiano, Silvio Berlusconi, no fue a saludar a la canciller Angela Merkel, que recibía a los líderes de los países de la OTAN, sino que prosiguió una conversación en su celular. Merkel siguió saludando a los líderes y, cuando llegó el premier británico, Gordon Brown, manifestó contrariedad por el comportamiento de Berlusconi, señalándolo y abriendo los brazos. Tras recibir a todos los líderes, Merkel se fue mientras Berlusconi seguía al teléfono. El premier explicó luego que hablaba con su par turco sobre la designación del secretario general de la OTAN.
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La Nación - Argentina/06/04/2009

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